En la recta final
Los españoles se merecen un mínimo de descanso para acudir a las urnas con la seguridad de que nadie cuestionará lo que dictaminen
Editorial
Sábado, 15 de julio 2023, 22:24
Los siete días de campaña que faltan hasta el próximo domingo, incluida la jornada de reflexión, hará que candidatos y partidos desplieguen una actividad inusitada ... por arañar votos de manera voluntarista. Pero es muy poco probable que expongan críticas o propuestas que no hayan reiterado hasta la saciedad. La única novedad esperada se encontraría en el debate a tres previsto para el jueves 19, que con la anunciada ausencia de Alberto Núñez Feijóo los populares querrían convertir en la cita de los perdedores. El único color lo están poniendo los expresidentes y otros no candidatos invitados a los mítines y paseos. Pero, aun así, a estas alturas los contendientes no tienen otro remedio que seguir echando mano de los argumentos empleados, aunque hasta los equipos de campaña se muestren escépticos sobre su utilidad. Deben continuar empleándolos porque empeñarse en buscar nuevos señuelos entraña un riesgo que no pueden permitirse correr. Pedro Sánchez necesita advertir de la próxima llegada de Vox al Gobierno de España si él no consigue los escaños precisos para sumar con los socios que permitieron su investidura hace cuatro años. De modo que la derecha radical justificaría también los lazos que el líder del PSOE ha mantenido con ERC y EH Bildu esta legislatura incomodando a parte de sus votantes. La llamada de Núñez Feijóo al voto útil para acabar con el 'sanchismo' seguirá intercalándose con su emplazamiento al candidato socialista para que renuncie a la investidura si obtiene menos votos que el presidente popular, enlazando así con los mensajes de deslegitimación de sus cinco años de mandatos gracias a la 'mayoría Frankenstein'.
El pasado seguirá contando en los próximos siete días más que la obligación de bosquejar el futuro inmediato, cuando Europa tenga que volver a aplicarse en la disciplina presupuestaria y se nos complique mantenernos en puestos de cabeza de los rankings económicos. Pero, dado que no se esperan ofertas o promesas novedosas y de calado antes del 23 de julio, y los guiños específicos hacia un sector u otro del electorado difícilmente harán variar las expectativas ni de los más entusiastas, es de desear que los protagonistas de la campaña renuncien a salpimentar con dramatismo esta recta final. Los españoles se merecen un mínimo de descanso para acudir a las urnas en la seguridad de que nadie pondrá en cuestión lo que dictaminen.
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