La reunión habitual de julio del Consejo de Política Fiscal y Financiera, destinada a especificar los recursos disponibles para las autonomías y los límites de ... déficit y deuda, escenificó ayer la oposición de las comunidades gobernadas por el PP y por el PSOE dentro del régimen común a la posible concesión de un régimen «singular» para Cataluña que consideren agraviante para sus territorios. El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en rechazar la exigencia del Govern aún en manos de ERC de un concierto 'a la vasca', pero fue el presidente quien utilizó precisamente ese término –«singular»– cuyo significado se está demostrando polisémico según lo empleen el Ejecutivo, los independentistas o los populares. La confusión interesada lleva ya mucho tiempo tiñendo las sucesivas negociaciones de los socialistas con sus hoy aliados en el secesionismo, lo cual resulta particularmente pernicioso cuando de lo que se trata es de encarar una reforma del sistema de financiación pendiente desde hace una década y que precisa de un diálogo franco y transparente entre las autonomías. Y nada más contraproducente que enlazar el cambio a contrapartidas vinculadas, aunque el Gobierno lo niegue, a la eventual investidura de Salvador Illa.
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