La doble vara de la banca

A la vez que encarece los créditos, la subida de los tipos de interés tiene un efecto beneficioso para los consumidores: facilita una mejora de ... la remuneración del ahorro, desaparecida o cercana a cero desde hace años. La escalada del precio del dinero iniciada por el BCE –medio punto en julio, al que previsiblemente seguirá otro aumento en septiembre–, que el euríbor empezó a reflejar con antelación, ha repercutido ya en las hipotecas y en los préstamos personales. En cambio, sigue sin hacerlo apenas en las cuentas corrientes y los depósitos a plazo. El endurecimiento de la política monetaria amplía los márgenes de la banca en su negocio tradicional tras una etapa en la que ha compensado la drástica caída de ingresos en ese terreno con un fuerte alza de las comisiones y un recorte de gastos. Aunque el sector cuenta con liquidez como para evitar una guerra por el pasivo, parece obligado que el incremento de los tipos se deje notar en la rentabilidad del ahorro, máxime cuando la inflación ha devorado una parte de este y tiene en vilo a las familias. La doble vara de medir que puede tentar a las entidades no se correspondería ni con la marcha de sus beneficios ni con una competencia sana.