Derrotar al coronavirus y recuperar la economía

El Gobierno de la Nación decretó el estado de alarma el 14 de marzo, que dio lugar al confinamiento de toda la población, situación que duró hasta el 21 de junio y fue cumplida de manera ejemplar por la ciudadanía. Esta medida tuvo bastante eficacia sanitariamente hablando; no obstante ha supuesto, y aún sigue suponiendo graves efectos sobre nuestra economía y lógicamente sobre el empleo, si bien las repercusiones monetarias que afectan a los trabajadores, se vienen paliando con los denominados ERTE (expedientes reguladores temporales de empleo) y otras medidas económicas.

A partir de junio, la situación sanitaria empezó a mejorar, lo que llevó al presidente del Gobierno a decir que estábamos ganando la batalla al virus, comentario apresurado y temerario, como la realidad posterior ha demostrado; ya que al desaparecer el estado de alarma y apelar a la responsabilidad individual de la ciudadanía, ha supuesto que cuatro meses después de finalizar dicho estado, el virus ha recuperado su vigor inicial y ha vuelto por sus fueros, como indican los datos diarios de contagios y fallecimientos, que recibimos por los medios de comunicación. Estos datos nos muestran que, hasta mediados de septiembre, se han contagiado en España más de 640.000 personas y han fallecido más de 30.000, pese a la gran capacidad profesional de nuestro personal sanitario y al esfuerzo exhaustivo que han realizado y realizan. Bien harían nuestros políticos en no hacer comentarios desafortunados; en su lugar, sería necesario, que les proporcionaran más medios humanos y materiales, para apoyar así la eficiente y extraordinaria labor que están llevando a cabo en su lucha contra el virus.

Si consideramos ahora los efectos económicos de esta grave pandemia, la paralización de la economía por el confinamiento necesario de la población, lo más eficaz, por el momento, desde el punto de vista sanitario, pero los datos nos muestran que en el segundo trimestre de este año el producto interior bruto (PIB) ha sufrido un descenso del 17,5%, uno de los mayores desde el año 1995, o en términos populares somos casi un 18% más pobres. Aunque a finales del verano se empezaron a notar indicios de recuperación económica, estos eran bastante titubeantes, de manera que la mayoría de los economistas opinan que el valor de nuestro PIB a principios de marzo de este año no se volverá a alcanzar hasta 2023, sin olvidar la gravísima pérdida de puestos de trabajo.

La pérdida del PIB español está entre las más importantes de los países de la eurozona, debido a la gran importancia para la economía española del turismo, por lo que, al margen de las medidas urgentes a tomar en la actual situación, se debe pensar por nuestros dirigentes sociales, no sólo los políticos, en la necesidad de prestar más atención a la formación humana y científica, en concreto: la adaptación de nuestra formación profesional a las demandas actuales y futuras de la economía, educar en general a los ciudadanos, al uso de la informática y aprendizaje de idiomas. Principalmente, los poderes públicos están obligados a dedicar más fondos económicos a la investigación.

Entre las medidas económicas para conseguir la recuperación, se indica por la mayoría de los expertos, la realización de una fuerte inversión. En este sentido la Comisión Económica Europea ha previsto 750.000 millones de euros; señalando que los proyectos elegidos sean productivos y entren en funcionamiento lo antes posible. En consonancia, me atrevo a proponer para nuestra provincia dos proyectos, que nuestros dirigentes políticos debieran luchar para que se incluyan en la propuesta que haga el Gobierno de España a la Comisión, que podría destinar a nuestro país 140.000 millones de euros.

Se trataría de las conducciones desde el embalse de Rules a la costa granadina, donde se podrían cultivar alrededor de 10.000 hectáreas de frutales subtropicales y cultivos de 'primor' bajo plástico, en lugar de los terrenos baldíos y los secanos, que dadas las condiciones climáticas de nuestra costa tienen escasísimo rendimiento. De estas conducciones hay un proyecto básico, que ha sido ya sometido a información pública para la preceptiva declaración de impacto ambiental. Este proyecto básico se puede transformar en proyecto a licitar en un par de semanas.

El puerto de Motril, calificado por la Administración Pública como de Interés General del Estado, carece de conexión ferroviaria, por lo que difícilmente puede realizar la función de todo puerto, la de conectar el transporte terrestre con el marítimo; desde la metáfora, bien podría decirse, que un puerto comercial sin ferrocarril es como un jardín sin flores. Se trata, además del mejor puerto del Mediterráneo andaluz, tanto por la superficie abrigada como por el calado de sus muelles, características esenciales en estas instalaciones. Finalmente se debe añadir que es el más cercano al norte de África en el litoral andaluz mediterráneo. La conexión ferroviaria cuenta con un estudio de viabilidad realizado por la Autoridad Portuaria, por lo que únicamente habría de redactarse el proyecto de licitación.

Pido pues, con toda humildad y sencillez, a nuestros dirigentes políticos, tanto granadinos como andaluces, luchen con el mayor interés para que estas dos obras se incluyan entre las inversiones a realizar con cargo a los fondos que la Comisión Europea va a destinar a la recuperación de los graves efectos económicos y sociales causados por el 'dichoso coronavirus'. Les doy por ello mis gracias anticipadas.