Cien por cien vegetal

Hace unos días estaba delante de un enorme muro de vegetales frescos, con todas sus formas y colores posibles, presentando algo tan sencillo y complejo a la vez, como un menú gastronómico 100% vegetal. Entonces me di cuenta de que se estaba poniendo una piedra más de la gran fortaleza de la agricultura de nuestra provincia. Es curioso pero en Almería, el primer productor y exportador de hortalizas de España, la despensa de Europa de otoño a primavera, el lugar con la mayor concentración de invernaderos solares y dónde más familias productoras se concentran, no abundan iniciativas tan elementales como ésta.

El chef Tony García, promotor de la propuesta en el restaurante que lleva su nombre en la avenida del Mediterráneo, es valiente, pero también consecuente con su idea de cocina y su compromiso con la tierra, las personas y las empresas almerienses. Su sueño ahora pasa porque la gente venga a Almería a disfrutar de sus vegetales, igual que viajamos a Segovia a comer cochinillo o pulpo en Galicia.

Almería tiene una cocina muy rica y diversa. La gamba roja, el calamar, el gallopedro o los galanes bien merecen un viaje hasta aquí. Los productos de los invernaderos también pueden ser la excusa perfecta para pasar unos días en Almería disfrutando de buenos tomates, pimientos dulces y carnosos, berenjenas y mucho más.

Cuando estas hortalizas caen en las manos correctas pueden convertirse en platos de gran nivel, propios de los mejores menús y restaurantes del mundo. Lo vimos el año pasado en Vestial, el congreso de Gastronomía Verde, cuando algunos de los mejores chefs de toda Europa prepararon sus mejores platos a base de ingredientes verdes 'made in Almería'.

La alianza entre agricultura y cocina traerá muchas alegrías al sector hortofrutícola y también a la restauración. Es una conexión lógica y natural que cuenta con ventajas tan importantes como la necesidad de alimentarnos de una manera más saludable, no sólo a diario, también en los momentos más especiales, esos que compartimos con amigos y con la familia.

La cocina y los cocineros ayudan a contrarrestar esa imagen distorsionada de la agricultura almeriense que todavía hoy existe. «Los productos de invernadero no tienen sabor», «están llenos de pesticidas»… ¡Basta ya de tonterías! Algunas de las frutas y hortalizas más especiales y mejor valoradas salen de este tipo de cultivos y no podrían conseguirse con la

misma calidad fuera de ellos.

Confío en que este menú 100% vegetal sea el primero de otros muchos, que permitan ampliar nuestra cultura gastronómica y nos ayuden a reivindicarnos como el principal productor del mundo.