El pasado viernes 4 de diciembre se dio el pistoletazo de salida al encendido del tradicional alumbrado navideño en nuestra ciudad. Este año y, a ... pesar de la Covid-19, no han escatimado en gastos y han vuelto a gastar más que el año anterior. El contrato de alumbrado para el 2020 asciende a 253.029,15 euros. A nuestro parecer, todo un derroche teniendo en cuenta que la mayor parte de las luces se han instalado en un Paseo de Almería y en un centro histórico vacío de comercios.
Y es que nosotros no entendemos esta moda que se ha instalado en la mente de los alcaldes de media España, que compiten a ver quién es el que pone más luces en su ciudad, demostrando, a su vez, las pocas que tienen ellos. Y más, en un año en el que cientos de familias de nuestra ciudad seguirán teniendo que elegir entre comer o pagar la factura de la luz, como así se desprende del informe de Cruz Roja sobre vulnerabilidad y pobreza energética. Un informe que arroja datos preocupantes sobre la situación de las personas atendidas por esta entidad, donde el 83,3% están en riesgo de pobreza y exclusión social, más del 65% son mujeres, en cerca de la mitad de los hogares viven niños y niñas y hay una importante presencia de familias mono-marentales y/o numerosas, personas mayores y/o con discapacidad. Y éstos son sólo los datos de 2019, dado que aún no se tienen los de 2020, es de suponer que este año y, debido a la crisis económica asociada a la sanitaria, el porcentaje será incluso más elevado.
Por eso seguimos sin entender que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería siga gastando a manos llenas para llenar de luces navideñas la Navidad más atípica que recordamos hasta la fecha y, sin embargo, no dedique el mismo esfuerzo económico a mitigar la pobreza energética en la ciudad que dirige, o a plantarle cara a Endesa e Iberdrola para que den tregua a los cortes de luz, precisamente, en los barrios más pobres de nuestra ciudad, hecho que aumenta, aún más, esa brecha económica y social que tan marcada está en nuestro municipio.
Pero es que, aunque no lo terminamos de entender, tampoco es algo que nos sorprenda. Esta forma de ejercer la política y de utilizar el presupuesto municipal al antojo del concejal de gobierno de turno, como si les perteneciese a ellos, es muy del Partido Popular. Y siguen con sus pocas luces de continuar su agenda política y mediática para copar titulares con medidas que poco o nada benefician a la ciudadanía, así como medidas que son directamente un despropósito o un gasto de dinero superfluo e innecesario, en un año que, si nos ha enseñado algo, es que hay que empezar a aplicar otro tipo de tratamientos ante los males sociales.
Nosotros tenemos claro que en vez de haber gastado 253.029,15 euros en «el abeto más grande que jamás haya instalado el Ayuntamiento», lo habríamos destinado a mejorar los servicios sociales del mismo; en vez de haber gastado 253.029,15 euros en «150 arcos de luz repartidos por toda la ciudad», habríamos sacado como mínimo, 150 ayudas directas a familias vulnerables; en vez de gastar 253.029,15 euros en «cuatro espectaculares ángeles en la Plaza de la Catedral», habríamos puesto algo más de cuatro luces por la ciudad, suficiente para darle ambiente festivo y navideño, pero el resto del presupuesto del alumbrado, excesivo e inflado, lo habríamos destinado a ayudar al comercio, la hostelería, los barrios, los vecinos de Almería y a luchar contra la pobreza energética para que ninguna familia, ya no sólo en Navidad, tenga que elegir más entre comer o pagar la factura de la luz.
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