Chumbos
Puerta Purchena ·
«Acabo de llegar de un viaje del Imserso a Mallorca y allí lucen espléndidas las pencas. ¡Qué envidia! Una de las características que hacen de los chumbos una fruta simpática es que crecen solos»A mí me encantan los chumbos; es más: a pesar de los problemas de mi digestivo, estoy excepcionalmente habilitado para ingerirlos sin complicaciones. Cuando, en ... Cantoria, mi recordada prima Isabel me pelaba chumbos por la mañana, se admiraba de mi notable capacidad para consumirlos en grandes cantidades sin mayores consecuencias. Por eso, cuando veo esas chumberas arrasadas por la cochinilla, no puedo reprimir una expresión de disgusto. Por cierto, acabo de regresar de un viaje del Imserso a Mallorca y allí lucen espléndidas las pencas. ¡Qué envidia!
Una de las características que hacen de los chumbos una fruta simpática es que crecen solos. No he sabido que requieran de abonos ni de cuidados especiales. Lo peor de ellos, sin duda, son las espinas. A mí me acosaban cuando era pequeño. Invisibles 'voladoras', toman posesión de tu cara –su especialidad son los labios- y te hacen pasar malos ratos. Por supuesto, para que los chumbos sean apetecibles, tienen que estar maduros. En Sevilla y en algunos otros sitios, hay una variedad que permite consumirlos verdes porque están maduros por dentro. No es el caso de Almería. Así que, si a uno le ofrecen un chumbo verde, lo mejor que puede hacer es alejarse de él. Sin posibilidades de ingerirlo, solo puede aportarle desazón.
El caso es que al ayuntamiento de Almería y a su alcalde les han dado un chumbo verde. Simbólico, claro. Y lo va a recoger el sr. Fernández-Pacheco. Se lo ha otorgado la organización Amigos de la Alcazaba y lo ha hecho preventivamente. Sí, como aquel Premio Nobel de la paz que le otorgaron a Obama. Por supuesto, al señor alcalde le habrá hecho menos gracia esto que la distinción sueca. El motivo alegado por la agrupación almeriense es que lo hace con el deseo de evitar que se lleve a cabo una fechoría. La verdad es que me temo que no lo van a conseguir. No es que yo sea pesimista; es que, cuando a alguien se le mete en el coco hacer algo a lo que se opone la mayoría de la población afectada, no hay nada que hacer. ¡Ay!, ¿quién se acuerda de aquello de 'ayuntamiento' como 'ajuntamiento' de los ciudadanos?
Y es que, hasta ahora, todas las opiniones dadas a conocer están en contra de que a la Plaza Vieja se le extirpe el monumento a los Coloraos, entre otras cosas. Sí, ya sabemos que no estuvo allí siempre, que es una obra relativamente reciente. Por cierto, hecha en recuerdo de otra que fue escamoteada a los almerienses muchos años atrás. El caso es que es un monumento que, aunque no tenga las características necesarias para merecer –a juicio de quienes regulan estas cosas- ser conservado en ese lugar, ha sido acogido por todos los habitantes de esta ciudad sin que se conozcan voces discrepantes a su instalación donde está ahora mismo. Eso debería bastar. Es decir, que lo de menos es que sea Bien de Interés Cultural o no lo sea; lo importante es que la gente lo quiere ahí y no en otro lado.
Pero no es solo al monumento a los Mártires de la Libertad a lo que el Ayuntamiento de la capital va a meter mano. Se va a ocupar también de eliminar los ficus centenarios que hay en la Plaza Vieja.
Debo añadir que Amigos de la Alcazaba distingue para bien la labor de dos personas, la diputación y una firma comercial. Pero hoy tocaba hablar de chumbos.
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