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En busca de la vacuna

Editorial ·

La falta de un remedio contra el coronavirus mantiene el clima de desconfianza que dificulta la recuperación y el regreso a la normalidad

Miércoles, 12 de agosto 2020, 22:31

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La experiencia nos está demostrando que es impensable que se consiga una 'nueva normalidad' semejante a la anterior a la pandemia sin que previamente consigamos una vacuna o una terapia contra la covid-19. La razón es simple: determinadas actividades económicas son incompatibles con el coronavirus. Entre ellas, están aquellas industrias basadas en la movilidad de las personas, como el transporte y el turismo. En tanto no haya vacuna, la única forma en la práctica de combatir los rebrotes son el rastreo y, si este falla, el confinamiento, con lo que se regresa a la parálisis y a la intensificación de la recesión que padecemos. No es pues extraño que se haya emprendido febrilmente la carrera científica en busca de la vacuna. Según los últimos datos manejados por la OMS, hay en la actualidad 139 proyectos que ya han encontrado un candidato a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 28 que la han superado y están en fase clínica, con pruebas en humanos. De ellos, seis están en la fase 3, la más avanzada. En este contexto, ha irrumpido Vladímir Putin para asegurar que Rusia ha aprobado ya una vacuna denominada Sputnik 5 que resulta segura y «bastante eficaz», y que ha sido probada por una de sus hijas. Rusia es el cuarto país del mundo en contagios –unos 900.000–, con unos 27.000 muertos en la actualidad. La desconfianza de la OMS y de la comunidad internacional sobre la eficiencia del hallazgo es absoluta, dado que la vacuna, desarrollada por un instituto oficial, ni siquiera se ha probado todavía en humanos, ni se ha publicado en las revistas científicas del primer nivel, de forma que nadie puede acreditar su seguridad y eficacia. Lo que alienta la sospecha de que el precipitado anuncio tiene clara intencionalidad política y propagandística.

No puede preverse el resultado del mayor esfuerzo de investigación de la industria farmacéutica de todos los tiempos que se está realizando en busca del descubrimiento de un remedio para el coronavirus, pero se acepta que es imposible obtener resultados antes de un periodo entre uno y dos años. Y los más avanzados en este momento son los seis que han iniciado la fase 3, entre los que destacan los de la Universidad de Oxford (Reino Unido), la empresa Moderna en EE UU y el consorcio formado por la alemana BioNTech, la norteamericana Pfizer y la china Fosun Pharma. Ojalá se confirme el éxito de al menos una de ellas y pueda comenzar su fabricación masiva, que por sí sola calmaría el clima de desconfianza y miedo que hoy dificulta la idea misma de recuperación y vuelta a la normalidad.

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