Otra bofetada a Granada
PUERTA REAL ·
Cuenca ha galleado estos días pidiendo responsabilidades, pero le han cortado en seco el quiquiriquíEsteban de las Heras
Domingo, 11 de diciembre 2022, 00:30
La última bofetada a Granada le ha dado de lleno en la cara al alcalde. Van pasando los días de duelo y de velorio por ... la irreparable pérdida de la sede de la Inteligencia Artificial. Las protestas se mezclan con los pésames por el ninguneo gubernamental y nos estamos liando en pedir cuentas de este cuento que nos contaron que, como algunos barruntábamos, ha tenido un fin amargo. Corremos el peligro de meternos en un bucle melancólico permanente y sin salida. Eso no es bueno para Granada. Paco Cuenca ha galleado estos días pidiendo responsabilidades, pero le han cortado en seco el quiquiriquí. El vicepresidente primero del Congreso, Gómez de Celis, le envió el viernes un mensaje a través de Canal Sur pidiéndole «mesura», lo que en román paladino es una llamada al orden de parte del jefe. Esto y sugerirle que haga 'un Lambán' es casi lo mismo. Me refiero, como el lector sabe, al presidente de Aragón, Javier Lambán, quien tras afirmar que a España le habría ido mejor con un PSOE sin Sánchez como líder, hubo de rectificar en 24 horas y pasar por el bochorno de decir que no había dicho lo dicho. O sea que el inquilino de la Moncloa no se anda con chiquitas. El mensaje es lacónico pero muy claro: «Si no obedeces, tú verás». A esta forma de entender la política española los italianos la definen con un 'manca finezza'. Es una frase difícil de traducir, pero más o menos viene a significar que «falta el toque fino» o que «carece de sutileza». Aunque es evidente que 'manca finezza' en las dentelladas que Sánchez está dando al Estado de Derecho, en lo de la Inteligencia Artificial ha hilado fino, dejando fuera a Alicante, en territorio 'pesoe' de Puig, y enfrentando a La Coruña con Granada, ambas en territorio 'pepero'. Ya se sabe que 'si el año viene de leches hasta las mulas paren'. Ojalá me equivoque, pero visto lo visto, no oiremos en labios de Cuenca algo así como «lo siento, creí que Pedro Sánchez era un hombre de palabra».
Porque la hemeroteca nunca falla. De las decenas de recortes que guardo sobre la Inteligencia Artificial, quiero destacar dos páginas. Una de marzo de 2019, en la que Sánchez define a nuestra ciudad como «capital» de la Inteligencia Artificial. En la otra, de enero del 2022, se lee que «Pedro Sánchez vuelve a señalar a Granada como 'el epicentro' de la Inteligencia Artificial». En aquel acto, el presidente dijo que «siempre es un placer volver a Granada y ver cómo los proyectos socialistas siguen avanzando en una ciudad que no deja de lado a su gente». Remató la faena con un «Paco, es un gusto volver a verte dirigir esta ciudad, que hayas vuelto después de todos los líos y tejemanejes que la derecha ha realizado aquí. Estoy seguro de que en 2023 volverás a ser elegido alcalde y con un mayor apoyo del que tienes». ¿Seguirá Cuenca pidiendo explicaciones?
En fin, es obvio que nos vendieron la piel del oso antes de cazarlo, pero hay que cortar el lamento y el quejío. Puede que se haya colado el diablo que, según un proverbio anglosajón, siempre se esconde en los detalles; puede que haya habido chanchullos y gatuperios; puede que a Granada le haga falta otro Natalio Rivas, y puede que sea el momento para que los partidos, todos, busquen la excelencia y dejen de rellenar las listas con afiliados sumisos y acríticos. Granada solo puede estar abajo en el escudo nacional. Para todo lo demás es hora de que levante el vuelo.
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