Santuario de la Virgen de la Cabeza. IDEAL

Asedio

Ad Líbitum ·

El Santuario Virgen de la Cabeza se ha convertido en símbolo de resistencia, reconciliación y perdón

Javier Pereda Pereda

Jaén

Viernes, 13 de agosto 2021, 00:28

El Santuario isturgitano de Nuestra Señora de la Virgen de la Cabeza data del s. XIII. La devoción a esta advocación mariana se ha difundido ... a través de una de las romerías más antiguas y populares, que se remonta a los Reyes Católicos. El próximo 17 de agosto se cumplen 85 años del traslado de la Guardia Civil de Jaén al Santuario de Andújar, en donde sufrirían nueve meses de asedio. El hecho de sacar a colación este acontecimiento del pasado, representa lo más opuesto a reabrir heridas y enfrentamientos; antes bien, habría que pensar que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Ante el alzamiento militar del 18 de julio de 1936, el gobernador civil de Jaén, Rius Zunón, se adhiere con el Gobierno de la República. El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, el teniente coronel Pablo Iglesias, acuerda con esta autoridad concentrar los 98 puestos de la Benemérita en 6 cuarteles, para evitar hostilidades. El general republicano Miaja, camino del frente de Córdoba, mantiene una reunión con el capitán de la Guardia Civil de Andújar, Antonio Reparaz, y disponen que se agreguen a su columna militar 40 de los 90 guardias. Ante los asesinatos de terratenientes, sacerdotes y religiosos trinitarios, el resto de efectivos armados, al mando del teniente Francisco Ruano, se repliegan a Lugar Nuevo. También establecen, por la misma razón, la retirada de los guardias civiles con sus familias desde Jaén al Santuario. El mando del cerro del Cabezo lo ejerce el comandante Nofuentes, en la creencia gubernativa de que el Instituto armado era afecto a la República; hasta que Reparaz se pasa al bando nacional en el frente de Córdoba, junto con 200 guardias civiles. Al Gobierno republicano le surgen dudas de la neutralidad de la institución que fundara el duque de Ahumada, y les exigen entregar las armas. El comandante del Santuario, después de una tensa reunión con los representantes republicanos accede a la evacuación a Andújar. Entonces el capitán Santiago Cortés González asume el mando del Santuario y ordena las detenciones y suspender el desalojo, ante el maltrato de los milicianos a la población civil, que se disponía a retirarse en camiones.

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El sitio comenzaría el 14 de septiembre de 1936 (al oponerse el capitán Cortés a las autoridades republicanas) hasta el 1 de mayo de 1937. El Santuario se convirtió en un 'casus belli', un reflejo de lo que fue la fratricida contienda nacional. Para los republicanos consistía en un reducto emblemático; para los nacionales, representados por este cuerpo militar, defendían a gala: «El honor es mi divisa». Alguno podría calificar de quijotesca el pulso del capitán Cortés contra las fuerzas republicanas. Pero los constantes asesinatos en las sacas de presos, impedía cualquier acercamiento. Hubo intentos de negociar la rendición de los heroicos moradores del Santuario, mediante sacerdotes y familiares, para preservar los 1.200 ciudadanos civiles. Pero la respuesta del capitán Cortés (en el plazo perentorio de 48 horas), responsable de proteger a la población civil, a los sacerdotes y a los integrantes del Cuerpo, se inmortalizó con el título de la película de Arturo Ruiz Castillo: 'El Santuario no se rinde' (1949). La resistencia numantina del Santuario fue posible gracias a los suministros aéreos del capitán Carlos Haya, en su bimotor DC-2; de las 170 misiones de abastecimiento realizaría 70. En el Santuario existía un grupo de sacerdotes que entablaron amistad con los guardias civiles cuando se alojaron en el seminario; buscaban protección, a la vez que ayudaron con su actividad espiritual: administración de sacramentos, celebración de la santa Misa, la Navidad y la Virgen del Pilar. El general Queipo de Llano lanzó una ofensiva en el frente de Córdoba; llegó a tomar Lopera, pero fracasó en Pozoblanco, con lo que no pudo liberar el Santuario. Las fuerzas militares republicanas eran superiores con 15 tanques soviéticos T-26, los constantes bombardeos, el incesante fuego de artillería y más de 2.000 combatientes, frente a 200 guardias civiles. El 1 de mayo de 1937 cae herido de muerte el valdepeñero capitán Cortés, que recibió la absolución de quien fuera rector del seminario de Jaén, Adoración Reyes Paz. En esta historia épica, este Santuario mariano se ha convertido en símbolo de resistencia, reconciliación y perdón. Ojalá que aprendemos de los errores del pasado y abandonemos las armas del rencor.

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