El mercado necesita estabilidad

Posiblemente algún sociólogo podrá explicar lo extraño del resultado que el PSOE tuviera tantos votos para el Congreso y en cambio tan pocos para el Senado, cuando ambas papeletas fueron depositadas en el mismo acto, constatando que en anteriores ocasiones fueron muy homogéneas. No creo que nada tuviera que ver, en esta ocasión que una gran mayoría lo hiciera por correo. Podría pedir también el recuento de los votos, como pretende que se haga con los nulos.

Hay entre 4/6 votos volando en el mercado político, que cotizan a un precio desorbitado, que buscan desesperadamente los lideres de los dos grandes partidos que necesitan para poder formar gobierno. El problema es que las condiciones que pone un tenedor de esos votos se salen del 'mercado regulado' y pretende hacer la 'transacción con dinero negro', cosa que no se debería consentir, para no atacar a los cimientos del prestigioso edificio de la Bolsa Nacional, donde toda operación se debe realizar con total transparencia y legalidad, tal como está establecido desde que se constituyó en el año 1978 por acuerdo pleno.

Somos muchos los que estamos muy cabreados con todo lo que estamos oyendo sobre posible encaje para 'lavar' el dinero para adquirir ese paquete de votos que tanto ansía uno de los pretendientes. El temor que tenemos es que la comisión de vigilancia que tiene como misión cumplir la legalidad en las transacciones, no está en las mejores manos, sino en personas acostumbradas a operar en un mercado secundario que ellos mismos manejan, valiéndose de brókers no colegiados y de dudosa cualificación.

Desde que se constituyó la monarquía parlamentaria de la que gozamos hoy, nuestro país se ganó un prestigio a nivel internacional, no sólo en lo político, sino también en estabilidad económica, donde fueron muchos los capitales que encontraron en nuestro mercado una oportunidad de inversión, una estabilidad y una garantía. Por desgracia, últimamente el asunto político está desquebrajando la confianza que tanto cuesta mantener, como el principal activo en todo mercado de capitales y que tan necesario es para un país como el nuestro, que pretendemos competir con nuestros socios europeos, en riqueza y creación de empleo.

La estabilidad es la base para crear confianza. Que el futuro gobierno no empiece generando turbulencias que resienta al mercado, en un momento tan frágil como el actual.