Cuesta menos hablar que hacer. Siguen los problemas enquistados que en ésta columna se han dado visibilidad de forma reiterada. Andalucía la segunda tasa de ... paro más alta del país, han guardado en el cajón 1.500 millones de las PAE. Lidera los salarios y las pensiones más bajas, 11% por debajo de la media. Los últimos datos de mejora en contratos indefinido, un 42%, se deben a la Reforma Laboral, son 550.000 personas trabajadoras que se han beneficiado de la subida del Salario mínimo interprofesional. Andaluzas y andaluces NO permiten que les roben el futuro. Recodar a Manuel Delgado Cabeza, basta ya a la economía extractivista y explotación del patrimonio natural, para exportar a cambio de una muy baja remuneración y aquí entra la agricultura intensiva, el turismo, para qué picos en julio y agosto a costa de un consumo de agua que no se tiene y con destrozo medioambiental, qué pasará con la sequía para el olivo, que se reduzca un 80% por subida temperatura. Se profundiza la situación de dependencia económica, subalternidad política y alienación cultural en Andalucía. Quienes han gobernado, NO van a cambiar la vida con más derechos en Andalucía.
Deterioro de servicios públicos, privatizados también. Es inadmisible los 18 meses en valoración de las personas dependientes, las instituciones son para cuidar a las personas, los cuidados no son un negocio, basta ya de las tretas conocidas para precarizar las condiciones de trabajo en el sector dependencia, hay que aplicar lo del Ministerio de Derechos Sociales. Andalucía es la comunidad que menos presupuesto por habitante invierte en sanidad. Se ha de blindar el 20% de la inversión en sanidad pública, además de volver a contratar los ocho mil despedidos, 4000 nuevas y estables contrataciones. Se ha incrementado la exclusión, un 35% de la población andaluza está en riesgo. En pandemia de forma muy sibilina legalizaron miles de hectáreas al lado de Doñana o aprobar una ley del suelo para construir junto a parques naturales. Cómo se puede confiar en un gobierno así. Se necesita un gobierno útil y progresista para aplicar políticas con las personas en el centro. Para que todas las mujeres de Andalucía, todas las precarizadas, todas de la agricultura, todas las trabajadoras de la fresa, todas las empleadas del hogar puedan vivir con dignidad y con derechos. Las mujeres del 8M dicen NO votes a quienes niegan la violencia machista, a quienes suprimen derechos y recursos, a quienes cuestionen tu libertad y tu capacidad sobre tu cuerpo y tu sexualidad, las mujeres no votamos odio o misoginia, votamos respeto, tolerancia, para que se respeten los derechos de todas a ser libres y vivir dignamente.
Son más las andaluzas y andaluces que exigen políticas que eliminen la pobreza infantil, las brechas salariales, con atención primaria, con políticas activas de empleo, con vivienda digna, sin violencias machistas, con menos alumnado en las clases, otra economía no subalterna, con derechos sociales, con nuevo sistema de acreditación de residencias de mayores, derechos laborales para auxiliares de domicilio.
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