
Esencial 'dolce far niente'
El 'horror vacui', que se ha convertido en precepto, llena abigarrado el lienzo de nuestra existencia.
Alfredo Ybarra
Jaén
Martes, 11 de marzo 2025, 23:47
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Alfredo Ybarra
Jaén
Martes, 11 de marzo 2025, 23:47
Vivimos un tiempo donde si te paras crees que estás cometiendo un pecado mayúsculo e irremediable. Los móviles y los dispositivos electrónicos, las redes sociales ... y las apps, han conformado un ecosistema digital adictivo. Vivimos en un estado de permanente hiperactividad, llenando cada instante de respuestas sin preguntas. El corazón del tiempo es puro vértigo en la montaña rusa desde la que jaleamos la sucesión sin sentido de los días. Necesitamos vivir agobiados. Unos y otros nos hemos vuelto superactivos. El 'horror vacui', que se ha convertido en precepto, llena abigarrado el lienzo de nuestra existencia, desde la necesidad de borrar silencios incómodos hasta la obsesión por estar en todo. La nada se nos vuelve un problema. Buscamos miles de cosas de las que preocuparnos por miedo a quedarnos solos con nuestros pensamientos, con nuestro vacío, ese lugar calmoso, abierto y feliz que nos pone delante de todo un universo estelar en ese lapsus de tiempo de entrega a la nada.
Sin embargo, en medio de tanto ruido, de tanta morralla y tanta chatarra irracional, de tanta confrontación insensata, de tanta 'verdad' disparatada, siento una vez más el impulso irrefrenable de desconectar por un rato, o por el tiempo que sea, de abandonarme al 'dolce far niente' o lo que es lo mismo, sentir esa agradable experiencia de disfrutar del paso del tiempo, dejándome arrastrar por el arrobamiento. Se trata de apreciar la vida desde el sosiego, con el único objetivo del abandono contemplativo, algo que los italianos han convertido en arte y pronunciado con esa musicalidad única en ellos y de la que en su novela Confesiones del estafador Félix Krull, Thomas Mann dice: «Sí, querido señor, no me cabe duda de que los ángeles hablan italiano». La locución 'dolce far niente' se viralizó cuando apareció en el libro y la película «Come, reza, ama» (2010). Pero su sentido siempre ha estado presente entre nosotros, y así, por ejemplo, está magníficamente reflejado en las obras de finales del XIX y principios del XX del pintor británico John William Godward. De hecho, la referencia al placer de no hacer nada es tan antigua como la humanidad y se revela en autores de la antigüedad clásica como Plinio o Cicerón (nihil agere).
El 'dolce far niente', donde lo que importa es vivir sin presión; sólo vivir el momento de armónica quietud. Es una forma de vida, una forma de pensar que busca ese instante, ese tiempo, ese soplo en el que por fin puedes «no hacer nada» y disfrutarlo. Es esa sensación que se experimenta al sentarse en el bar, junto a la cristalera, o fuera, en la terraza, mientras tomas un café bien preparado y observas el cielo, los transeúntes,…; o cuando después de leer un libro, reclinado en tu sillón te abandonas en esa atmósfera etérea donde la realidad y la ficción se mezclan en un surtidor onírico. En el hondo silencio de cada cosa y de uno mismo, y en la soledad viva y plena, se puede escuchar la música del mundo y admirar la existencia en su sencillez.
Es difícil de explicar. 'Dolce far niente' es hallar un tiempo íntimo, esencial, también espiritual, de ensimismamiento, en el que te vacías del ruidoso quehacer y, en el que no haces nada en particular, sólo escuchas lo profundo del corazón, el aliento del alma. Suena a ociosidad, pero en realidad es algo distinto. Es más bien un momento para poner distancia con tu vida y, paradójicamente contemplarla mejor en su plenitud.
Nos estamos acostumbrando a la superactividad, al hacer por hacer obligatorio, hemos perdido el significado del ocio, y no dejamos tiempo para escuchar a nuestros adentros, no dejamos tiempo para reflexionar sobre lo que deberíamos sentir. Tendríamos que aprender a entregarnos al 'dolce far niente', a escuchar nuestro silencio en una ausencia indescifrable.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mejor restaurante de comida sin gluten de España está en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.