Agua, asfalto, hierro, vuelos
«Otra cosa no, pero a mesas, grupos de debate, foros y plataformas no nos gana nadie. En ellas se nos va la fuerza por la boca, nos desfogamos y después, nada de nada porque en el cien por cien de esos grupos que se montan siempre se nos ocurre meter al enemigo»
Pepe 'El Tomillero' no quiere volver a contar ni los kilos de historias y toneladas de anécdotas que, con el agua de fondo, ha vivido ... o conocido desde que el mar de plástico de Almería era solo una piscinilla en medio del desierto. No merece la pena poner en evidencia a unos ni a otros. Tampoco es necesario airear aquí y ahora los sacos de promesas que han pasado a ser incumplimientos de libro. Ni los atrasos y retrasos habidos y los que podemos prever que habrá en esas infraestructuras que se vendieron como tales el siglo pasado y que, con suerte, llegarán a los almerienses el siglo que viene. No hace falta ir a las hemerotecas a mirar esa historia diaria que cuentan los periódicos, basta con cerrar los ojos y trasladarnos a cualquier punto de nuestra propia historia personal para darnos cuenta de las oportunidades perdidas, especialmente por algunos que, en lugar de guardar un prudente silencio se lanzaron a gritar imprudentemente la salvación de esta provincia y estos provincianos.
En enero de 2023 viene la prensa provincial a galope hablando de esas cosas de las que se habla siempre en la prensa y que se calienta en los innumerables foros a los que la ciudadanía almeriense estamos acostumbrados. Otra cosa no, pero a mesas, grupos de debate, foros y plataformas no nos gana nadie. En ellas se nos va la fuerza por la boca, nos desfogamos y después, nada de nada porque en el cien por cien de esos grupos que se montan siempre se nos ocurre meter al enemigo y a ese falso amigo al que no le interesa que el enemigo arregle nada porque ya se ocuparán ellos, cuando lleguen, de actuar igual que el enemigo ahora. ¿Me explico? Es fácil de entender. Ponemos cara de enfado, gesticulamos, voceamos, convocamos, sacamos un par de pancartas, y para casa a seguir esperando.
Entre agua, carreteras, ferrocarril y aviones que lleguen y salgan de nuestro aeropuerto vamos camino del tercer siglo. Las carreteras medio se arreglaron a caballo entre el XX y el XXI y digo medio porque la del Almanzora tiene tela. Aquello que se titulaba 'Redia' ha sufrido modificaciones y está como está. ¿Qué es necesaria?, seguro más que alguna otra que se ha hecho en este país y en esta Andalucía nuestra. ¿Es importante que el Almanzora tenga una salida directa a la A-92?, habrá que preguntárselo al presidente Juanma. Plantear a estas alturas un estudio de viabilidad y estar pendiente de un trabajo que encargan los políticos, suena a que no quieren hacerla. Eso de la vertebración de Andalucía queda muy bien en titulares, pero luego nos pasa lo que nos pasa. Ya ocurrió una vez con la A-92 en el tramo Guadix-Granada, que lo metieron por La Mora en lugar de por Iznalloz y a los almerienses nos cortaron –así seguimos– la conexión a la meseta por autovía. Ni una voz discordante. El que se movía entonces no salía en la foto y ni unos ni otros dieron la cara por Almería ni por el destrozo natural a causa del trazado.
Apliquen cosas parecidas al tren y, por supuesto, a ese aeropuerto en el que los fines de semana, a la hora del descanso, se contabilizan cientos de despegues y aterrizajes… eso sí, de los vuelos en prácticas.
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