
El papa Francisco en la historia
Lo que no voy a negar es que Francisco ha sido fiel a sus ideas y que es un hombre de paz
Adela Tarifa
Miércoles, 12 de marzo 2025, 22:36
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Adela Tarifa
Miércoles, 12 de marzo 2025, 22:36
En estos meses de zozobra política, desde que el presidente Trump ha puesto patas arriba el mundo aliándose con Putin, preocupó la grave enfermedad del ... papa Francisco, el número 265 de pontífices que han ocupado la silla de Pedro. Yo no comparto algunos de los puntos de vista de Francisco. Pero comprendo que es argentino y que todos somos hijos de nuestras circunstancias. Lo que no voy a negar es que Francisco ha sido fiel a sus ideas y que es un hombre de paz, título que aplicaba ZP a Otegui sin merecerlo. Francisco I lo merece.
El primer recuerdo que tengo de que alguien en mi casa hablara de un papa creo que es de 1958. Tenía yo 9 años. Todavía en mi casa no había televisión pero escuchábamos mucho la radio, especialmente mi padre, quien entre sus diversas ocupaciones para sacarnos adelante, preparaba oposiciones de Agente de la Propiedad Inmobiliaria y se sacó el título de Radiotécnico. Así que fabricaba, reparaba y vendía radios en los bajos de la casa. Siempre tenía la radio puesta. Un día subió rápido las escaleras para contarle a mi madre que había muerto Pío XII. Aunque éramos católicos, especialmente mi abuela María, no se hablaba casi nunca de religión ni de política, que yo recuerde.
Mis padres no eran beatos, aunque cumplieran los preceptos de la Santa Madre Iglesia. Así que de esos temas yo sabía sólo lo que me enseñaron para la comunión. Por eso me extrañó que mi padre se agobiara por lo de la muerte de aquel papa, quien, según comento mi padre, creyendo que yo no escuchaba, no se portó bien con España. Creo que dijo eso en el contexto de una España que soportaba los coletazos del hambre y la autarquía económica. Fue luego, interna en un colegio de monjas de Bachillerato, donde en clases de religión empecé a darme cuenta que no era tan indiferente el papa que salía elegido en los conclaves. Aunque todavía yo tenía idealizados a los papas.
Pasaron años y llegó el tiempo de la universidad y de lecturas en libertad. Así pude estudiar a fondo la historia. Entonces descubrí que los papas eran seres de carne y hueso, con las mismas debilidades de todos. Que los hubo buenos y malos, y que su elección no la hacía el Espíritu Santo sino los cardenales. También descubrí que muchos papas no cumplieron con el evangelio y que en el pasado algunos actuaron como príncipes violentos, pese a lo cual la cristiandad los obedecía porque sus mensajes eran infalibles y amenazaban con la excomunión, que era una especie de muerte civil y la condenación eterna. Así mi curiosidad por un tema que acababa de descubrir -la misma curiosidad que tuvieron mis padres pues entre los libros de su pequeña biblioteca estaba una historia del papado- me llevó a leer la biografía de algunos papas famosos. Puse la vista en el papa Alejando VI porque vivió en la edad moderna y era español.
Rodrigo Borgia nació en Valencia y siguió carrera eclesiástica, aspirando desde muy joven a ser papa. Su origen español fue un hándicap, pero lo consigue al morir Inocencio VIII, aunque hubo rumores sobre las prácticas corruptas usadas por esos votos. Fue proclamado papa el 11 de agosto de 1492. Es apasionante imaginar que en esa fecha tres barquitos costeados por Castilla, al frente de un visionario marino llamado Cristóbal Colón, estaban a punto de iniciar la más sorprendente aventura de la historia para la cristiandad: la conquista y colonización de América. Allí también iba a gobernar, en el plano religioso, este papa español.
De la historia de este pontificado se han escrito ríos de tinta. Amado y odiado a la par, su gestión política en Roma fue positiva. Un tema controvertido fue su actuación contra los judíos, pues apoyó a los RR.CC en su expulsión en España. Ello favoreció a la iglesia como beneficiaria de muchos bienes de esta comunidad. Peor le salió el problema planteado en Florencia por un fraile llamado Savonarola, que le atacó con gravísimas acusaciones por lo que Alejandro VI amenazó de excomunión a los florentinos. Finalmente Savonarola y sus seguidores fueron ajusticiados el 22 de mayo de 1498. Todavía hoy la leyenda negra contra este papa no cesa, alimentada además con testimonios de contemporáneos. Por ejemplo durísimo es el ataque de Maquiavelo en su obra 'El príncipe', tema que retomaré en otra ocasión.
Sin embargo es incuestionable que ese papa es un mal ejemplo para la institución que representa. Baste con recordar su adicción a los placeres de la carne fuera de matrimonio, grave pecado para los cristianos de antes. A su favor diremos que reconoció a varios de sus hijos y los dotó bien. Pecados de amor, que no siendo adecuados, deberían tenerse por menores cuando se valora un personaje histórico en el contexto de su tiempo, porque lo que no es tolerable nunca es usar la política para excluir a los que piensan diferente, mentir y robar los bienes colectivos en beneficio propio, y no cumplir las leyes establecidas amparándose en privilegios políticos. De eso no va a condenar la historia al papa Francisco I. Y de él deberían tomar ejemplo otros políticos actuales.
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