Roba, secuestra a un hombre en el maletero de su coche en Valladolid y le caen 4 años
Los hechos acontecieron en octubre de 2011
EFE
Viernes, 26 de enero 2018, 14:09
La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado hoy a cuatro años de prisión al ladrón que secuestró a un hombre en Valladolid en 2011 a ... punta de pistola y lo encerró en el maletero de su propio coche, donde estuvo encerrado más de cuatro horas mientras sus captores le iban sustrayendo dinero de cajeros.
La condena se ha dictado tras un acuerdo del Fiscal y la defensa de Miguel G.R., que ha reconocido todos los delitos que se le atribuían y la pena final se ha rebajado en un año; el juez ha determinado que los hechos expuestos son constitutivos de los delitos de robo con violencia y utilización de arma, por el que se le ha impuesto una pena de dos años y un día de prisión, de otro de detención ilegal, condenado con la misma pena.
Los hechos acontecieron en octubre de 2011, pero no fue hasta el año pasado cuando la Policía pudo detener a Miguel G.R. quien tras cometer el delito huyó a su Venezuela natal, aunque fue detenido a su vuelta a España el pasado año.
El hoy condenado, junto a Omar Israel P.V., hoy en paradero desconocido, y otros dos menores abordaron a punta de pistola a Francisco Javier G.M. cuando se disponía a recoger su vehículo aparcado en Valladolid y le obligaron o meterse en el maletero tras quitarle el móvil y la cartera.
Los secuestradores subieron al vehículo y se dispusieron a realizar la ruta de los cajeros, donde la víctima -quien ha renunciado a cualquier tipo de indemnización y a personarse en el caso- debía proporcionarles el código PIN de sus tarjetas cuando se lo requerían desde el interior del vehículo.
Después de sacar una cantidad cercana a los 700 euros, los secuestradores pusieron rumbo, con la víctima aún presa en el maletero, hasta la localidad madrileña de Alcobendas, donde alrededor las cuatro de la madrugada paró el coche y se bajaron sus cuatro ocupantes.
El rehén aprovechó ese momento para escapar del vehículo, ya que había conseguido reclinar los asientos traseros desde el maletero a base de cabezazos.
Francisco Javier consiguió interceptar a dos viandantes de la zona, quienes dieron la alerta a la Policía, mientras que el condenado regresó al coche, ya sin su víctima en el maletero, para conducirlo hasta Madrid, donde lo abandonó en la calle Nuestra Señora de Fátima y huyó a Venezuela en los meses siguientes.
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