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Imagen de la ambulancia en el lugar del crimen. ÑITO SALAS

Muere el hombre tiroteado cuando cenaba en un restaurante de Málaga

La víctima estaba dentro del establecimiento en el momento en que entró un individuo con la cara cubierta y comenzó a dispararle

JUAN CANO y AGUSTÍN PELÁEZ

Málaga

Jueves, 1 de enero 1970

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Un hombre fue tiroteado anoche cuando cenaba en un restaurante de Playamar, en Torremolinos. La víctima, de aspecto árabe, recibió dos disparos de un individuo que irrumpió en el establecimiento con la cara totalmente cubierta y, sin mediar palabra, abrió fuego contra ella. Los servicios sanitarios consiguieron trasladarlo con vida a un centro hospitalario. La Policía Nacional ha confirmado que el hombre ha fallecido a primera hora de este domingo.

Según los testigos, presentaba una herida de bala en la cabeza y otra en el abdomen. Los hechos sucedieron sobre las nueve de la noche. Tras el tiroteo, el autor de los disparos abandonó el establecimiento y se dirigió a una furgoneta estacionada en la calle Antonio Navas Ruiz donde le esperaba su cómplice, en la que se dieron a la fuga en dirección a la autovía. El vehículo es de color blanco y al parecer carece de la luna trasera.

Los servicios de emergencias recibieron numerosas llamadas que alertaban de los disparos, por lo que se estableció un rápido dispositivo policial para tratar de interceptarlos. Fuentes cercanas al caso indicaron que las patrullas llegaron incluso a perseguir la furgoneta, pero que acabaron perdiéndola de vista en una salida de la autovía.

El guarda todos los visos de un ajuste de cuentas, dado el modus operandi empleado por los delincuentes.

«Tiré el plato que me disponía a servirle a la víctima y corrí a esconderme en el almacén»

A las nueve de la noche no había muchos clientes en el restaurante Tiki, a pesar de ser sábado. Únicamente se encontraba la víctima acompañado de una mujer cenando en una mesa, y otra pareja extranjera en la barra. La camarera encargada de atender a la mesa se disponía a llevarle uno de los platos que había pedido. «No había visto entrar a la persona que disparó. Cuando escuché el primer disparo pensé que era un globo que había explotado. No me imaginaba que fuera un tiro, aunque estaba en el interior del restaurante, por eso cuando vi que eran disparos, tiré el plato que llevaba en la mano y salí corriendo a esconderme a la planta alta, que es donde tenemos el almacén», relató la testigo.

Según aseguró, casi todos los trabajadores hicieron lo mismo, mientras que otra compañera se encerró en el aseo. «Yo me escondí en el almacén por instinto de supervivencia», reconoció todavía nerviosa. «Iba con la cara tapada y apuntando a todo el mundo en el restaurante. Hizo siete disparos, pero me encontraba tan nerviosa que no vi hacia dónde dirigió los disparos», continuó.

Otro de los empleados que también estaba en la cocina declaró que cuando salió a la sala iba dispuesto a seguir al agresor, pero que cuando se percató de la gravedad del suceso también se escondió.

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