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Golpea hasta la muerte con una estatua a su novio mientras dormía

Golpea hasta la muerte con una estatua a su novio mientras dormía

Ha alegado que se trató de un ataque de ira producido por celos y que solo pretendía «darle un susto»

efe

Jueves, 14 de diciembre 2017, 11:59

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El acusado de asesinar a su novio con una estatua mientras dormía en la habitación alquilada que ambos compartían en Madrid, ha admitido que acabó con su vida en febrero de 2016, aunque ha alegado que se trató de un ataque de ira producido por celos y que solo pretendía «darle un susto».

Así lo ha declarado en la Audiencia Provincial en el juicio por un delito de asesinato y por el que la Fiscalía pide 18 años de cárcel, mientras que la acusación particular eleva la petición de pena a 20 años y la defensa reclama la libre absolución con posibilidad de ingresar en un centro psiquiátrico durante tres años.

Los hechos ocurrieron el 3 de febrero de 2016 en la habitación de alquiler que compartían el acusado y la víctima, que eran pareja, cuando el procesado se levantó en medio de la noche y, con unos guantes de plástico, cogió una estatua y golpeó repetidas veces en la cabeza a su pareja mientras dormía, ocasionándole la muerte.

El presunto asesino ha alegado que solo quería «darle un susto» ya que tuvo un «ataque de ira» promovido por haber descubierto ese día que la víctima tenía relaciones sexuales con otros hombres, hecho del que tuvo conocimiento porque antes de irse a trabajar dejó su móvil grabando en el dormitorio.

También ha hecho referencia a una gran insatisfacción en la relación, «todo lo que hacía no le agradaba, era en vano», así como a su profundo enamoramiento, argumento que ha utilizado la defensa para esgrimir que se trata de un homicidio involuntario con el atenuante de transtorno mental transitorio.

El médico forense ha confirmado que la causa de la muerte de la víctima son las numerosas fracturas en la cara realizadas con un objeto contundente y ha corroborado que el procesado no sufre ningún transtorno psicopatológico y que, por tanto, era «consciente de sus acciones y tenía mecanismos para controlarse».

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