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eduardo sanz
Granada
Jueves, 25 de julio 2019, 00:57
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Además de las exigentes pruebas físicas que afrontan los aspirantes a entrar a los cuerpos de seguridad, los opositores siempre deben atravesar una prueba de ortografía que, por lo general, suele suscitar quejas por su complejidad. Sin embargo, en esta ocasión los examinadores parecen haberse sobrepasado con una de las dos pruebas que pusieron a los aspirantes.
Palabras totalmente arcaicas y fuera del uso común como 'sayal', 'frange' o 'abate' han sido parte del lenguaje que se ha exigido en el examen. Como consecuencia, casi la mitad de opositores han suspendido.
La polémica se ha acrecentado con el hecho de que la diferencia de dificultad entre el examen puesto entre un día y otro ha sido sustancialmente superior. A continuación puede intentar resolver el cuestionario considerado más dificil y que examinó a los aspirantes a los que les tocó examinarse el sábado 13 de julio.
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