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Adolfo Suárez se alzaba como vencedor en las elecciones de 1977.
El día en que España entró en la nueva era

El día en que España entró en la nueva era

Los primeros comicios tras la muerte de Franco se celebraron en un país de color en sepia, con una crisis económica monumental y una democracia amenazada

María Eugenia Alonso

Jueves, 15 de junio 2017, 10:53

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Fueron las elecciones del Habla, pueblo, habla y de la Libertad sin ira. Dos canciones que la España de la época se sabía tras una campaña abrumadora en una radio que todavía emitía el parte franquista, los informativos obligatorios de Radio Nacional, y en una televisión que daba sus primeros balbuceos en color. Era una España en sepia, en la que el franquismo, ya sin Franco, seguía ahí y que se tropezó con una explosión de ilusión en forma de elecciones.

El 15 de junio de 1977 se votó por primera vez en democracia. Hacía 41 años que no se acudía a las urnas; las últimas elecciones habían sido el 12 de febrero de 1936, cinco meses después vino el golpe de Estado y la Guerra Civil. Los españoles no sabían cómo hacerlo y hubo que organizar una campaña didáctica en los medios de comunicación. Había ganas de votar (la edad mínima para hacerlo era 21 años), y también miedo por lo que pudiera pasar.

El país estaba en ebullición, pero las malas noticias goleaban a las buenas. La crisis económica era muy profunda y amenazaba a una democracia que pugnaba por nacer. Tasas de inflación del orden del 30%, un déficit exterior inmanejable, el paro se acercaba al millón de personas y sin apenas cobertura, un tejido industrial diminuto y obsoleto. Los pactos de la Moncloa, firmados cuatro meses después de las elecciones democráticas, resucitaron aquella economía estrangulada y marcaron las reglas del juego en el mundo laboral.

Las Fuerzas Armadas no habían asimilado la legalización del Partido Comunista en la Semana Santa de aquel año, algo que hoy puede sonar a pecata minuta, pero que fue una convulsión. ETA y los Grapo campaban a sus anchas. Los comicios se celebraron con un empresario Javier Ybarra secuestrado, fue asesinado tres días después por los polimilis, y los Grapo habían secuestrado unos meses antes al presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, y al presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, el teniente general Emilio Villaescusa. La ultraderecha actuaba a su gusto y en enero perpetró la matanza de Atocha. «Había una conspiración contra la democracia», dijo un ministro.

La Liga la ganó el Atlético de Madrid, en el cine triunfaba La guerra de las galaxias y el destape inundaba las cintas españolas, no se veían inmigrantes (había 27 rumanos registrados), no llegaba a una de cada tres las mujeres que trabajaban, el salario mínimo era de 13.000 pesetas (78 euros). En aquel país, Adolfo Suárez convocó las primeras elecciones generales. Él fue el candidato de la UCD, un partido de conveniencia que se colocó la vitola de centrista para diferenciarse de la derecha de la Alianza Popular franquista con Manuel Fraga. El PSOE tenía a Felipe González, que se hizo con la hegemonía de la izquierda frente al PCE de Santiago Carrillo, al que su hoja de servicios antifranquista no sirvió de casi nada. Los nacionalistas de Jordi Pujol y el PNV sentaron sus reales en Cataluña y País Vasco.

Aquellas elecciones fueron posiblemente las mejores de estos 40 años de democracia porque fueron las primeras y las más alegres, aunque el recuento de las papeletas durara dos días.

-¿En qué ambiente se celebraron las elecciones de 1977?

-En el de la reconciliación. España vivió aquellos días una fiesta en la que participaron los partidos sin excepción demostrando que la reconciliación nacional era un hecho y que, a partir de entonces, las discrepancias políticas se resolverían por la palabra.

-¿Qué recuerdo tiene del 15-J?

-Cordialidad entre rivales. Me lleve una sorpresa cuando comprobé que habíamos ganado en 27 de las 28 mesas electorales. Mis rivales me felicitaron de inmediato con una cordialidad que es difícil de olvidar.

-¿Cómo resumiría la legislatura constituyente?

-Debate constitucional. Los dos años estuvieron centrados en el debate constitucional y culminaron con la aprobación de la Constitución de la Concordia. Fueron tiempos apasionantes en lo que todo era nuevo.

-¿Cómo ve el Congreso cuarenta años después?

-Divorcio con la ciudadanía. La diferencia entre el hemiciclo de entonces y el de hoy es que antes parecía que queríamos acertar, mientras que ahora estamos empeñados en equivocarnos. La crisis se ha traducido en una fractura social y en un divorcio entre dirigentes y ciudadanía que nos obligan a actualizar el pacto social de 1977.

-¿En qué ambiente se celebraron las elecciones de 1977?

-Recuerdo la alta participación. Con gran interés y participación de los ciudadanos se celebraron las primeras elecciones de la Democracia.

-¿Qué recuerdo tiene del 15-J?

-Tuvimos una larga espera para conocer los resultados; luego, satisfacción por la victoria de UCD, presidida por Adolfo Suárez, que fue quien dirigió la Transición.

-¿Cómo resumiría la legislatura constituyente?

-Como una nueva estructura del Estado. Fue una legislatura de mucha e importante actividad. Se levantó toda una nueva estructura y organización de un estado social y de derecho.

-¿Cómo ve el Congreso cuarenta años después?

-Con dificultades. Observo grandes dificultades para lograr acuerdos y mayorías que son necesarias por razones económicas y de estabilidad de las instituciones.

-¿En qué ambiente se celebraron las elecciones de 1977?

- No creo que se hayan convocado unos comicios que hayan despertado mayor participación y más expectación e ilusión. Salvo las generaciones de la República, era la primera vez que millones de españoles votaban libre y democráticamente.

-¿Qué recuerdo tiene del 15-J?

-Tengo un recuerdo personal: la falta de recursos en la campaña electoral. Cuando íbamos a los pueblos para los mítines, éramos los candidatos los que teníamos que transportar e instalar el equipo de sonido, anunciar el acto, colocar las sillas y rogarle a la Guardia Civil que se retirará de las puertas del local porque si no la gente no entraba.

-¿Cómo resumiría la legislatura constituyente?

-La Carta Magna de 1978 resume la trascendencia de aquella legislatura. La Constiución democrática de más larga vigencia de la historia de España.

-¿Cómo ve el Congreso cuarenta años después?

-Con pluralidad. Es diferente pero no tanto como podría parecer a simple vista. Es cierto que el bipartidismo se ha debilitado pero desde la perspectiva de la pluralidad de ideas no hay tantas diferencias. La derecha estaba representada por UCD y AP. La izquierda por el PSOE y el PCE y los nacionalistas vascos y catalanes.

-¿En qué ambiente se celebraron las elecciones de 1977?

-Fue una campaña intensa, llenando plazas y calles, pabellones y ateneos; todos unidos por la voluntad de demostrarnos a nosotros mismos que éramos capaces de convivir en libertad, respetando la diversidad, pero agrupados en torno a los valores básicos de la democracia. Con las elecciones se cerraba el largo, difícil y represivo paréntesis del régimen franquista.

-¿Qué recuerdo tiene del 15-J?

-Emoción, ilusión y responsabilidad. Lo que nos quedaba por hacer era mucho y difícil. Las elecciones sólo marcaban el punto de salida de un proceso que iba a ser complicado. Pasar de una Dictadura a una Democracia, de manera convivencial y pacífica sin precedentes en nuestra historia. Pero había mucha ilusión; mucha confianza; mucha decisión.

-¿Cómo resumiría la legislatura constituyente?

-Sin miedo. La del consenso construido desde el pluralismo. Todos defendíamos nuestro propio programa, pero sabíamos que el futuro se había de construir entre todos y para todos. Era necesario pactar y acordar; y así se hizo. Con renuncias y sacrificios, pero con convicción, sin miedo. No pretendíamos dar respuesta a nuestras reivindicaciones, sino asentar la democracia en un compromiso amplio que le diera estabilidad y futuro.

-¿Cómo ve el Congreso cuarenta años después?

-Serán los ciudadanos los que definan lo que ahora conviene. Y el Congreso sólo puede y debe ser la expresión de esta voluntad.

-¿En qué ambiente se celebraron las elecciones de 1977?

-Era un ambiente extraordinario, de grandes expectativas, y los españoles votaron masivamente a viejos y nuevos partidos, en tiempos de la sopa de letras, y también de revivencias políticas del pasado.

-¿Qué recuerdo tiene del 15-J?

-Tengo un recuerdo luminoso y entrañable, después de más de cuarenta años había unas elecciones libres en España, que se celebraron con toda transparencia.

-¿Cómo resumiría la legislatura constituyente?

-Consenso. Fue determinante para el porvenir del país por dos hechos fundamentales: los pactos de La Moncloa y la Constitución que nos rige después de casi 40 años con más eficacia y eficiencia de la que a veces se piensa.

-¿Cómo ve el Congreso cuarenta años después?

-Veo la Cámara con unos animales políticos (zoonpolitikon, que decía Aristóteles), muy diversos y de diferentes pelajes. Es lo inevitable en momentos en que el populismo pretende acabar con el bipartidismo. Creo que a plazo medio es una vana ilusión.

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