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Viernes, 13 de noviembre 2015, 12:11
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Pepa Cerdán, una anciana malagueña de 81 años, ha visto cómo se le ha embargado la pensión por dar de comer a las palomas. Una situación por la cual recibió en casa una sanción de 167 euros a principios de 2014. Su hija aseguró que Pepa estaba siendo utilizada como cabeza de turco.
La multa impuesta le instaba a pagar 167 euros por dar de comer a las palomas, así como por tener cuencos con comida para gatos en las cercanías de su casa. Sin embargo, Pepa aseguró no poder hacer frente a la misma ya que cuenta con una pensión de unos 600 euros.
Los vecinos se volcaron con la anciana. Tal es así que incluso uno de ellos ayudó a la familia para redactar un escrito solicitando la exención de un pago desproporcionado y sin sentido. Esta misma semana, su hija María José comprobó el embargo de 125.35 euros de la cuenta.
María José aseguró a La Opinión de Málaga que su madre padecía demencia senil y denunció haber recibido una nueva notificación este mismo verano y por idéntico motivo. No tendrá nada mejor que hacer la Policía, aseguró.
Por su parte, Pepa se define como una amante de los animales y subraya que no dejará de alimentarlos. No fumo, ni bebo, ni voy al cine. Mi único vicio es este, asegura una anciana que reside en el barrio de Las Flores y que cada tarde lleva comida a los gatos de un cementerio próximo al domicilio.
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