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Martes, 28 de julio 2015, 00:47
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Enrique Represas Barreiro, que tiene 29 años y sufre una discapacidad psíquica del 65%, se ve obligado a vivir en su vehículo en O Porriño (Pontevedra) -junto a su pareja- tras haberse aplicado contra ellos una orden de desahucio, solicitada por la propia abuela del joven.
Después de que el juez concediera la razón a la anciana, que presentó como prueba las escrituras a su nombre, sin que la pareja pudiera obtener modo alguno de defender su derecho a ocupar la vivienda, viendo incluso como su propia madre testificaba en su contra, se produjo un desalojo lleno de tensión.
El joven, que sufre episodios epilépticos, intentó -incluso- lanzarse desde un muro, debido a lo desesperado de la situación, llegando hasta a demandar a los guardias que lo sujetaron para impedirlo.
Según informa La Voz de Galicia, ahora, él y su pareja, María Cristina Castro Freire, viven en un Peugeot 206, con la única ayuda del dueño de un supermercado cercano, que les proporciona lo básico para poder comer todos los días. "Quiero un techo, un trabajo y que me devuelvan los 500 euros que gasté en una obra en la casa" -demanda el afectado, Enrique Represas.
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