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El coche en el que viajaba Montoro.
Sánchez-Camacho pide responsabilidades por la «pasividad» de los Mossos

Sánchez-Camacho pide responsabilidades por la «pasividad» de los Mossos

La líder del PPC presentará una denuncia en los juzgados por la agresión de que fue objeto ayer junto al ministro de Hacienda tras un mitin en Vilanova i la Geltrú

AGENCIAS

Jueves, 22 de mayo 2014, 08:45

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La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, presentará una denuncia en los juzgados por la agresión de que fue objeto el miércoles junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y pedirá responsabilidades por la "pasividad" de la que ha acusado a los Mossos d'Esquadra.

En declaraciones a la Cope, ha explicado que sintió "miedo" y que ya al entrar al acto hubo incidentes con insultos y gritos, pero que pudieron acceder gracias a la acción de los Mossos. Después, ha relatado, vino más gente por lo que pidieron más efectivos a la Conselleria de Interior. A la salida del acto, ha criticado que los Mossos no evitaron el bloqueo de una de las calles ni retiraron los maceteros que los manifestantes habían dispuesto para impedir el paso del vehículo, por lo que tanto ella como el ministro estuvieron "diez minutos o un cuarto de hora" en el coche con "la violencia incrementándose" con botellas, piedras y patadas al vehículo.

Ha asegurado que el PP catalán ha sufrido esta campaña diversos incidentes, pero siempre el dispositivo de los Mossos había asegurado la seguridad, por lo que ha asegurado no entender la "inoperancia e incompetencia manifiesta" de la policía catalana en Vilanova y ha remarcado que fue el servicio de seguridad de Montoro quien facilitó la salida del coche y afiliados del partido quienes quitaron los maceteros.

La líder del PP catalán ha trasladado al consejero catalán de Interior, Ramon Espadaler, la "ineficacia" del dispositivo por el que pedirá explicaciones, y ha asegurado que sus sensaciones en el altercado de Vilanova fueron similares a las que padeció en el asedio del Parlament, pero que en aquella ocasión estuvo lejos y no parada y en ésta la sensación de miedo "iba incrementándose por momentos".

La Generalitat rechaza las críticas a los Mossos

Por su parte, el consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, ha expresado su rechazo a cualquier acto de violencia pero ha rechazado que los Mossos d'Esquadra actuaran con pasividad en los incidentes registrados ayer.

En declaraciones a Catalunya Ràdio y Rac1, ha pedido "no sacar conclusiones precipitadas" por el dispositivo policial de los Mossos, y ha remarcado que hubo la protección que se había considerado oportuna. Espadaler ha explicado que estaba de camino una tercera unidad del Area Regional de Recursos Operativos (Arro) al ver cómo se desarrollaban los hechos, pero que cuando estaba llegando, los responsables del acto decidieron salir "de forma unilateral" sin comunicarlo a los Mossos.

Ha revelado que la Policía Local y Mossos acordaron con la seguridad del ministro que el coche saliera en contradirección para facilitar la rapidez y cortar el tráfico, cosa que se trasladó a los escoltas, pero que el vehículo con Montoro y Camacho lo hizo "en dirección ordinaria". Por ello, ha pedido prudencia con lo que ha pasado y aclarar lo que ha ocurrido, pero que por sus primeras informaciones se produjeron esos dos "errores": la salida sin comunicar a los Mossos y en una dirección que no era la acordada con los agentes.

Identificadas otras cinco personas por el ataque

Mientras tanto, los Mossos d'Esquadra han detenido a una persona e identificado a otras cinco por su presunta relación con el ataque. Tras el acto electoral, algunos manifestantes que estaban realizando un escrache lanzaron piedras y botellas al coche en el que se trasladaba el ministro de Hacienda y la líder del PPC, a los que impidieron el paso, por lo que tuvieron que buscar una vía alternativa.

La segunda calle estaba también bloqueada con unos maceteros y hasta que se retiraron se vivieron momentos de tensión entre los antidisturbios y los manifestantes, que les gritaron insultos como "fascistas" e intentaban golpear el coche. Los manifestantes violentos, algunos de los cuales portaban banderas anarquistas, independentistas y símbolos a favor de los presos de ETA, se habían mezclado con miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

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