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Casi un año de espera para comprar un coche nuevo por la falta de microchips

Casi un año de espera para comprar un coche nuevo por la falta de microchips

Las previsiones no son nada halagüeñas con recuperar la estabilidad hasta mediados de 2022, cuando se espera que la producción de estos semiconductores crezca más de un 10%

S. M.

Madrid

Lunes, 27 de septiembre 2021, 20:02

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La falta de componentes y microchips está golpeando duramente al sector de la automoción. Su escasez ha sido la principal razón de la caída en la fabricación y venta, que se prolonga ya desde finales de 2020, y los centros de producción se están viendo obligados a retrasar la fabricación y a efectuar medidas especiales como la suspensión temporal de las líneas de producción hasta que la falta de semiconductores se vea resuelta. Y las previsiones no son nada halagüeñas con recuperar la estabilidad hasta mediados de 2022, cuando se espera que la producción de estos semiconductores crezca más de un 10%.

De hecho, esta ya se puede denominar como una de las crisis más grandes de abastecimiento a la que se ha expuesto esta industria. Entre 10 y 11 meses están teniendo que esperar los nuevos compradores a la hora de adquirir un coche nuevo. «El coche es uno de los bienes donde más se ha apostado por la tecnología y en el que los microchips se han convertido en una parte esencial para su fabricación» explica Eduardo Clavijo, CEO de Idoneo.com.

«Esto ha afectado del mismo modo a la exportación de vehículos. Así, los datos reflejan también un descenso del 16,1%. También se han visto impactados los vehículos industriales, cuyas cifras han descendido tanto en producción (18,4%) como en exportación (5,1%)», añade.

El experto explica que la fabricación de automóviles funciona como una extensa red de intercambios a escala global. «Los componentes vienen de diferentes partes del mundo, por lo que su fabricación está externalizada, aunque el ensamblaje final se haga en Zaragoza», subraya. Es más, la problemática tiene, según Clavijo, dos vertientes. «Por un lado, la pandemia frenó la producción de automóviles, a la vez que aumentó la demanda de estos componentes en otros productos tecnológicos». En ese momento, asegura el experto, empresas como TSMC pudieron afrontar las necesidades del mercado, porque la nueva oferta se «compensaba» con la falta de producción en otras áreas.

Ante este contexto, Clavijo indica que, «como consumidores debemos aceptar que para acceder a ciertos modelos en concreto debemos esperar un periodo mayor al habitual y la planificación de nuestra compra o contratación del coche debe hacerse con mayor tiempo de antelación. Aplazar la decisión no hará más que retrasar el acceso a nuestro coche, pues dentro de 3-4 meses existirán los mismos plazos de entrega que en la actualidad.»

Por otro lado, el experto indica que ser flexibles a la hora de decidir qué marca y modelos elegir puede ser crucial para disponer de coche en un menor periodo de tiempo, pues esta situación no es igual en todas las marcas y proveedores.

Asimismo, uno de los grandes riesgos para las marcas es el trasvase de clientes entre unas y otras, que puede producirse en base a la disponibilidad de stock. En este sentido, tal como apunta José Anguí, director de Producto y Marketing de Tenerity, «nos encontramos ante un claro ejemplo en el que la marca toma un papel fundamental en la retención de clientes en tiempos de crisis. Las empresas automovilísticas que hayan trabajado en construir relaciones de valor con sus clientes serán las que menos sufran una fuga de clientes en esta crisis».

Apuntan a la necesidad de establecer un plan de fidelización centrado en una experiencia personalizada, contextualizada y conveniente en situaciones de crisis. «Desde la primera visita al concesionario, en la explicación de las características propias del coche, durante la conducción de prueba, en la entrega o incluso durante la discusión sobre la financiación del vehículo se producen momentos en los que el concesionario puede tomar insights muy valiosos sobre el cliente. Tener un sistema eficiente de recogida de insights y modelización permitiría abordar cualquier tipo de acción táctica en tiempos de crisis», comenta Anguí.

En este sentido, la personalización es fundamental. Por ejemplo, si la marca conoce que el cliente tiene familia y niños pequeños, el programa de fidelización le puede ofrecer una serie de ventajas exclusivas puntuales para mitigar la situación que supone el tiempo adicional de espera.

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