Estos son los «paraísos fiscales» donde matricular el coche para pagar menos impuestos

Según los datos de la asociación, 37,8 millones de titulares de vehículos a motor –ya fueran un ciclomotor o un autobús– tuvieron que pagar este impuesto por el hecho de contar con el alta en Tráfico.

En Donostia, un automovilista paga un 49% más en este impuesto más que uno en Madrid y un 158% más que otro en Tenerife. Estas diferencias se notan en cuanto a capitales de provincia, pero son mucho más tangibles para algunos pueblos de entre 600 y 15.000 habitantes, que se han convertido en paraísos fiscales.

De las 52 capitales, cinco han subido su tasa (Ávila, Cuenca, Pamplona, Soria y Vitoria), tres la han bajado (Castellón, Córdoba y Huesca) y el resto la mantuvieron, con siete de ellas cobrando ya el máximo legal.

El impuesto se calcula en función de la potencia fiscal del coche en el caso de los turismos; de la cilindrada para las motos y el peso y número de asientos para camiones y autobuses, de acuerdo con la tarifa mínima para toda España salvo País Vasco y Navarra. Los ayuntamientos pueden incrementar discrecionalmente estas cuotas hasta el doble de esta tarifa mínima.

Además, también se pueden establecer bonificaciones de hasta el 75%, si se usa alguna propulsión o carburante específicos –por ejemplo, motores eléctricos–, o exonerar el pago del impuesto si se trata de vehículos históricos.

Así, un coche que tenga una potencia fiscal de 11,99 caballos pagaría en Santa Cruz de Tenerife 34,08 euros, en Barcelona 68,16, y en San Sebastián, 87,93, lo que supone una diferencia del 158%.

San Sebastián es uno de los municipios más caros que hay para el impuesto de circulación, una categoría que también recoge a Vitoria, Bilbao, Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida, Ciudad Real, Salamanca, Valladolid, Huelva, Granada y Santander.

Los más baratos, en cambio, son diez ayuntamientos que se encuentran en Madrid (Moralzarzal, Venturada, Navacerrada, Las Rozas de Puerto Real, Robledo de Chavela, Brunete, Collado Mediano y Patones), Alicante (Finestrat) y Gran Canaria (Tejeda).

AEA explica que el origen de este fenómeno de «paraísos fiscales» se inició a raíz de la eliminación del indicativo provincial de las matrículas españolas en septiembre del 2000, lo que permitió a los propietarios de flotas concentrar la matriculación de sus vehículos en municipios con una baja fiscalidad.

Estas condiciones favorables se han traducido en que existan 27 municipios en los que se tiene una tasa de matriculación mayor a la de Estados Unidos o Japón, como en La Hiruela (Madrid), que matriculó 50 coches por habitante en 2024.