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Apenas una docena de estudiantes sigue la clase, la primera del curso, ayer en la Facultad de Derecho de la UGR. Ramón l. Pérez
Universidad de Granada | La UGR comienza las clases con aulas con menosde veinte estudiantes

La UGR comienza las clases con aulas con menos de veinte estudiantes

Cintas de balizamiento simbolizan la nueva realidad en las facultades y escuelas, que reciben a los universitarios con alegría por la vuelta pero con incertidumbre

Andrea G. Parra

Granada

Lunes, 21 de septiembre 2020, 19:33

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Trece estudiantes con mascarilla y separados más de un metro y medio entre sí fueron quienes escucharon ayer lunes la lección de Ricardo Rueda, profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Granada (UGR), en una de las aulas del patio principal de la Facultad de Derecho. Otros dieciséis universitarios lo hicieron desde sus casas a través de la pantalla de sus ordenadores. Una cámara en la mesa emitió la señal.

Es la nueva realidad de un curso 2020-2021, que se inicia con la alegría del regreso a la docencia presencial y con la incertidumbre de la evolución de la pandemia.

Los trece estudiantes, que son de cuarto curso, expresaban que habían empezado «bien». Desde la tarima, el profesor admitía su temor a que la cámara no funcionara. Sí que funcionó.

Un alto porcentaje de alumnos ha iniciado el curso siguiendo las lecciones desde sus casas

En Derecho habrá turnos, atendiendo a la letra de cada apellido, para acudir a clase o seguir la lección desde sus hogares. Marta Morillas, vicedecana de Apoyo a la Docencia, Investigación y Tecnología de la Facultad de Derecho, explicó junto al decano, Miguel Olmedo, que han instalado 36 cámaras en el antiguo colegio San Pablo, sede principal, y en el aulario. Han elaborado diferentes trípticos explicando cómo funcionan. El decano recibió diferentes mensajes de sus compañeros felicitándole por «el buen funcionamiento del primer día».

En Derecho, en el aula que visitamos para este reportaje, había menos estudiantes ayer que en aulas de muchos de los colegios e institutos. Sin pandemia, había facultades en la UGR que estaban cerca del centenar de alumnos otros años. Este curso dependerá de lo grande o pequeño que sea el espacio. El aforo no puede superar en ningún momento el 50%.

En los patios de la Facultad de Derecho tampoco había casi movimiento de jóvenes, que tenían que entrar por la derecha, donde había un dispensador de gel, y seguir las señales para circular en un único sentido. Los bancos estaban con citas de balizamiento porque nadie se puede sentar. Las ventanas estaban abiertas la mayoría para ventilar.

En la plaza de la Universidad, símbolo de la institución desde hace años porque Derecho fue sede del Rectorado, no había casi estudiantes. La cafetería que antes acogía a cientos de jóvenes tiene el cartel de se alquila.

En la calle Rector López Argüeta había más tránsito. Las aceras estaban llenas a las 10.30 horas, así como los bares que están cerca del aulario de Severo Ochoa.

En la Facultad de Relaciones Laborales y Recursos Humanos hay señalización por todos sitios. Escalera de subida y otra de bajada, igual para los ascensores. Comparte edificio con Trabajo Social. En la primera planta, el profesor Juan Antonio Rubio imparte la clase de Historia de Relaciones Laborales a 18 estudiantes de primero.

José Miguel Mercado, que está sentado al final del aula, define este inicio de curso como «raro y confuso». Este joven de Murcia vivió ayer su primer día de Universidad con una sensación contradictoria: con ganas de empezar, pero con muchas dudas.

Pedro García, decano de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, explicó que en su centro las clases prácticas serán presenciales y las teóricas todas 'on line'. No han instalado cámaras.

En el aulario de Derecho sí hay más estudiantes en las puertas. Raquel Vivas y Eider Castañeda acababan de conocerse. Están participando del programa nacional de movilidad Sicue. Raquel es de Cáceres y estudia Derecho en la Universidad de Extremadura, aunque este año lo cursará en la UGR. Eider viene de la Universidad de San Sebastián.

En el campus de Fuentenueva, en el de Cartuja o en el PTS, el goteo de estudiantes fue continuo, aunque nada que ver con la alegría y jolgorio de cursos anteriores. La presencialidad será muy dispar dependiendo de las facultades y escuelas. El control de asistencia –para saber quiénes han estado y localizarlos en caso de positivos– y sentarse siempre en la misma mesa será lo habitual en los centros.

El vicerrector de Estudiantes de la UGR, José Antonio Naranjo, expresó que era un día de «felicidad enorme por volver a ver las aulas con estudiantes». Explicó que no había habido incidente alguno. La UGR ha comprado 312 cámaras a petición de las facultades y escuelas.

Bibliotecas con aforo reducido y libros en cuarentena

La vida universitaria ha vuelto a Granada. A la ciudad y a las instalaciones universitarias. Aunque nada es igual en la Universidad granadina. Hay muchos ejemplos de los múltiples cambios. Las bibliotecas son uno de ellos. La de la Facultad de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, que comparte espacio con la de Trabajo Social, está llena de cintas de balizamiento. No están en obras.Lo que ocurre es que no se pueden tocar los libros y hay que guardar las distancias en las mesas.

Este lunes era el primer día que podían entrar los universitarios sin pedir cita previa. Sí se tenían que registrar para, si hubiera después algún caso de Covid-19, tener localizados quiénes y dónde estuvieron esos días. Les recomiendan también que utilicen la aplicación RadarCovid.

Lourdes Moreno, jefa de servicio, explicaba que hay 80 puestos, pero está disponible un 30%, unos 25. No se pueden tocar los libros, solo puede el personal. Y los que se presten y consulten estarán siete días en cuarentena, en una caja. Situaciones muy parecidas se viven en todas las bibliotecas de la UGR. Las salas de estudio volvieron a recibir estudiantes también. Tienen aforo reducido.

Los comedores universitarios, un servicio señero, sirvieron comida tras meses cerrados. El primer menú consistió en un primer plato de arroz a la cubana, un segundo plato de escalope de cerdo con ensalada de acompañamiento, plátano y vino tinto. Los comedores han ampliado el horario, están sirviendo comidas de 13.00 a 16.00 horas.

Este año todos los servicios de la UGR están disponibles solo para la comunidad universitaria.

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