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Lola Álvarez, catedrática de la Universidad de Granada. UGR
Obituario | Lola Álvarez. Catedrática de la Universidad de Granada

Una vida en defensa de la Educación Artística

Rafael Marfil Carmona

Viernes, 2 de mayo 2025, 17:46

Lola Álvarez formó parte de esas primeras promociones de Bellas Artes, donde estaba todo por hacer. Lo académico y lo artístico se fusionaban desde una visión educativa. En un mundo loco por la creación y la originalidad, ella fue lo que nosotros no supimos ser muchas veces: serena, cabal, prudente y firme en su trayectoria. Catedrática de Didáctica de la Expresión Plástica, ese nombre con tintes de sección femenina que hemos heredado en un área ahora más audiovisual y digital, fue vicedecana de la Facultad de Educación y directora de uno de los departamentos más numerosos de nuestra universidad, con actividad en Granada, Ceuta y Melilla. Su vocación internacional comenzó con su conocimiento de la Fundación Getty, en Estados Unidos, siguiendo el rastro del sello y la escuela de Elliot W. Eisner, uno de nuestros autores de referencia. Desde ahí, respetó y defendió las metodologías artísticas y creativas de investigación, abanderadas por su profesor y mentor, el catedrático Ricardo Marín, al que adoraba, en lo que fue amistad y respeto durante décadas. Sin embargo, su visión de la enseñanza de las artes se trazó desde la amplitud de miras, a través de la especialización en las tecnologías educativas y, sobre todo, en la mediación en museos, ese campo de la educación no formal que ha sido siempre tan difícil de abordar.

Implicada en su proyecto familiar y personal, que nunca descuidó, su marido, Fidel, sus hijas, Lola, Blanca e Isabel, representan, hasta en los momentos difíciles, esa cultura de serenidad y de hacer bien las cosas, un estilo que siempre percibieron claramente los estudiantes de máster y doctorado. Combinaba la seriedad, en el buen sentido, con la compresión, junto a la visión estratégica de lo que había que hacer y el sentido del humor ante las situaciones extremas a las que nos lleva nuestro estresante y burocratizado mundo universitario. A su labor intelectual sumó la continua tarea de apagar fuegos. Le consultaban cuestiones complejas desde cualquier universidad española.

En los últimos años, supo implicarse y liderar el proyecto en defensa de las artes en la educación, siendo fundadora de una plataforma reivindicativa en redes y, posteriormente, de la Sociedad para la Educación Artística (SEA), en la que sustituyó como presidenta a Marián López Fernández Cao, catedrática de la Universidad Complutense. Consiguió una revisión a conciencia de los cambios legislativos por parte de decenas y cientos de profesionales implicados, además de potenciar la interlocución con las instituciones, incluido el Ministerio. Una lucha que, desde luego, vamos a continuar. Lola Álvarez ha fallecido demasiado joven, y las muestras de sorpresa y dolor se multiplican desde todos los ámbitos en los que ha dejado su impronta, que han sido muchos, con mensajes desde diferentes países y con un proyecto que debe seguir, y que implica un sentido humanista y una visión transformadora de la educación artística. Quedará en nuestro recuerdo su atenta escucha, su precisión analítica de cada dificultad y, sobre todo, su ejemplo en lo humano y en lo académico.

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