Edición

Borrar
Carteles en las facultades anunciaban este martes la jornada de huelga.
El movimiento estudiantil incrementa sus discrepancias y se distancia cada vez más

El movimiento estudiantil incrementa sus discrepancias y se distancia cada vez más

El Sindicato de Estudiantes y la Coordinadora Sindical no se ponen de acuerdo para convocar huelgas

ANDREA G. PARRA

Miércoles, 22 de octubre 2014, 00:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El movimiento estudiantil está dividido en Granada. No aprueba la asignatura de ir de la mano en sus reivindicaciones. No hay diálogo y puede figurar unido en alguna convocatoria, pero las relaciones no son fluidas. El Sindicato de Estudiantes, que este martes inició una nueva huelga de tres días, y la Coordinadora Sindical Estudiantil de Granada (CSE) no están unidos.

Francisco Hidalgo, miembro de la Coordinadora Sindical y alumno de la Universidad de Granada (UGR), es directo: «El Sindicato de Estudiantes es una organización que no tiene relación ni siquiera con los estudiantes. No miran por el interés del alumno». Eso no es todo, Hidalgo lamenta que el sindicato no se sume a las reivindicaciones locales y le acusa de que «son poco rigurosos en sus demandas».

Este joven universitario defiende que desde la coordinadora el objetivo es trabajar con todas las organizaciones. «Nuestra pasión es hacer las cosas juntos», subraya. No obstante, desde hace años en Granada las relaciones entre estos movimientos estudiantiles son cada vez más frías. En la huelga que convoca a nivel nacional el Sindicato de Estudiantes, desde este martes hasta mañana jueves, se dividen fuerzas. El sindicato ha convocado para este miércoles una concentración en el Triunfo (12.00 horas). La coordinadora ha fijado una manifestación para el jueves, mañana día 23, a las 12.00 horas desde los comedores universitarios de Fuentenueva. A esta también se suma el sindicato, pero desde la Coordinadora Sindical se apunta que no ha habido debate ni puesta en común sobre la huelga.

Ernesto Ramírez, portavoz del Sindicato de Estudiantes en Granada y alumno de la UNED, dice directamente que no ha habido acuerdo. «Lo intentamos, pero falta. No sé. Quizás sea voluntad o algo», admite.

Sobre el primer día de huelga, desde el Sindicato, que era el que convocaba, mantenían que el seguimiento había sido «bueno». En la Universidad granadina, la jornada en la mayoría de los centros se desarrolló como un día normal.

Desde la Coordinadora Sindical Estudiantil defienden que ellos trabajan por el interés de los alumnos. Se reúnen con organizaciones sindicales, mayoritarias y no; políticas; de alumnos y defienden al estudiantado. Para la huelga de mañana, las reivindicaciones principales se centran en una llamada a la «insumisión a la LOMCE». En su convocatoria recogen que el estudiantado de los centros de enseñanza media no acepta la imposición de una ley que nace contra la voluntad de la comunidad educativa. Por ello, proponen la insumisión activa a la citada ley como única medida para salvaguardar los intereses de la educación pública, pasando esto por luchar por un consejo escolar que siga siendo órgano decisorio así como por un funcionamiento democrático de los centros. En segundo lugar, vuelven a pedir la gratuidad del B1. «Los cursos de formación y el precio del examen suponen un nuevo impedimento en el ya accidentado camino que tiene el estudiantado para poder terminar su titulación. Por ello reivindicamos a las administraciones públicas una formación y examen gratuito», critican.

Por su parte, desde el sindicato demandan que se retire la LOMCE, más inversión en becas y la dimisión del ministro de Educación, entre otras cuestiones.

Los grupos y las divisiones mayores empezaron a fraguarse entre los colectivos estudiantiles en Granada con los últimos coletazos reivindicativos en torno al Espacio Europeo de Educación Superior. 2008 y 2009 fueron muy duros y algunas movilizaciones estuvieron acompañadas de una carga violenta que no compartieron muchos alumnos entonces ni en años posteriores. Aquellas llamas no se han apagado del todo y además otros componentes las mantienen vivas y la brecha, lejos de disiparse, aumenta.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios