El Consejo Superior de Deportes decidirá el lunes si el Linares puede transformarse en SAD

Es la segunda vez que llega este momento para el club, que el curso pasado vio fallido el proceso de conversión desde la figura jurídica de Asociación Deportiva a SAD, debido a que uno de los suscriptores principales de participaciones tenía vínculos sociales también con el Rayo Majadahonda.

Se devolvió el dinero a todos los participantes y volvieron a empezar de nuevo el proceso de transformación aprobado por la asamblea general de socios. Aunque no exenta de polémica esta segunda etapa por las diferencias entre la actual directiva del club y el principal suscriptor, la empresa linarense del empresario Miguel Hoyo Nájera, desde la dirección azulilla esperan que esta vez sí se produzca el siguiente paso y las participaciones se conviertan en acciones reales de la sociedad.

Precisamente esas diferencias pueden acarrear algún problema, pues no ha gustado nada a Miguel Hoyo que el reajuste de participaciones le hayan hecho pasad de tener más del 50% del capital social del club al 18,26 %, pero la directiva lo justificó basándose en el modelo de SAD que se aprobó en la asamblea y donde se acordó que ninguna persona o empresa podría ostentan la mayoría.

Esto no quiere decir que entre accionistas pueda haber acuerdos que hagan al club ir en una dirección concreta. Esta semana se ha dado a conocer que el deseo de contar con accionariado potente entre las empresas de Linares no dio sus frutos y finalmente el 53% del capital social de la nueva Sociedad Anónima Deportiva se repartirá entre cuatro empresas que no son de la ciudad.

Una operación en la que han entrado las mercantiles DMA Capital Spain y Nasher Asesoramiento, con sede en Córdoba y Madrid, respectivamente, y ambas vinculadas al sector asegurador, como también lo es la cordobesa Rayan Capital.

Completa este tándem de empresas la dedicada a explotaciones del sector olivarero, Ops Spain Consumer Goods, también con sede en Córdoba. Las cuatro suscribieron el 13,3 % de las participaciones, por valor de 400.000 euros en total.

Aunque meses atrás el Ayuntamiento de Linares comunicó que entraría a formar parte de la nueva SAD con un paquete de acciones que después serían vendidas, para animar a las empresas locales a apostar por el club, finalmente las suscripciones han sido testimoniales y en forma individual por personas del entorno municipal, pero no aparece el Ayuntamiento como tal entre los principales suscriptores.

Lo verdaderamente preocupante de cara al aficionado es lo que puede ocurrir si no se completa la transformación en SAD. Y es que el club necesita los 750.00 euros de inyección económica para evitar entrar en quiebra. El fútbol en Linares ya ha tenido experiencias desagradables en el futuro cuando esto ocurre, pues no se pueden aplicar como Club Deportivo los mismos mecanismos que en una Sociedad, como la tan conocida ampliación de capital.

El lunes se conocerán más detalles y el Consejo Superior de Deportes dictaminará si da por resuelta la incidencia en la presentación de la documentación que había sobre la mesa. Jesús Medina manifestó que entre el club y Miguel Hoyo «la comunicación es estrictamente a través de los gabinetes jurídicos. El CDS nos pidió una documentación y nosotros la solicitamos a su ver a Pop Hellanes (sociedad de Miguel Hoyo)».

Por su parte, el empresario linarense aseguró que está dispuesto a llevar ante la Ley el ajuste de participaciones realizado por el club. El tiempo dirá cómo acaba esta historia de desencuentros y qué forma jurídica tendrá el Linares al final de la temporada 23/24.