Las mejores promesas de la gastronomía andaluza compiten con platos tradicionales

Alex Jiménez ni sudaba. Estaba tranquilo mientras preparaba su Pipirrana, aderezada con un toque exótico procedente de la leche de tigre Ceviche. «Confío en mi plato, ha sido un proceso de prueba y error, prueba y error hasta llegar a esta receta». Pero la cocina del IES El Valle ayer no fue solo un lugar de cuchillos, fogones y sartenes, sino también un espacio para el recuerdo. «Yo empecé en la cocina con mi tío», rememoró el finalista mientras su soplete escupía una llamarada.

A pocos pasos de Jiménez estaba Rocio Fernández, con un ceño fruncido por la concentración, mientras añadía el último ingrediente a mazamorra de avellana con secreto ibérico escabechado y chutney de pera, mezclando los sabores picante y dulce. «Para mi es un orgullo haber llegado hasta aquí. Es un logro a nivel personal. Desde chica me ha gustado la cocina, pero no la he podido desarrollar por circunstancias de la vida. Esta es una gran oportunidad», afirmó mientras sus ágiles manos empuñaban un cuchillo con el que troceaba la carne.

Más nerviosa se mostraba Fátima Ramos, quien se lamentaba de que su crujiente de albahaca no se sostuviera en el plato. «Estoy preparando arranque. Es un plato típico de donde yo soy, de Rota, y lo he comido desde pequeña. Para este concurso no podía presentar otra cosa que no fuera arranque», expresó la finalista mientras conseguía encajar su crujiente de albahaca.

No fue nada fácil seleccionar al ganador entre los 3 finalistas, como demostraban las caras de disfrute de los miembros del jurado mientras probaban los platos. Juan Moreno del 'restaurante Juan Moreno detalló los elementos más importantes en la valoración del jurado. «Lo más importante es que esté bueno. También es fundamental la limpieza, el orden, la creatividad, el montaje y que sea un plato tradicional», detalló el miembro del jurado antes de la degustación de los platos.

Otro de los aspectos más importantes en la composición de los platos era que los finalistas utilizaran productos de su lugar de origen, aumentando así la variedad y diferencia de las propuestas. Además, también fue esencial el uso de productos de la marca 'Degusta Jaén', por lo que en la cocina del IES El Valle se podían localizar productos tan exquisitos como sal de manantial de Cazorla, ajos de nesutra provincia, y, por supuesto, el aceite de oliva virgen extra, nuestro oro líquido.

La importancia de estos ingredientes no es para menos, ya que para esta décima edición FECOAN y la Cofradía Gastronómica 'El Dornillo' han decidido que el título 'Pipirrana, Gazpacho Andaluz y otras Ensaladas y Sopas Frías'.

Además, el X Concurso Andaluz de Jóvenes Cocineros va más allá del vencedor, sino que es un escaparate para las nuevas promesas de la cocina. Así lo manifestaron José Miguel Magín, del Restaurante del hotel Saray, Ana María Gutiérrez, el blog 'Cocinando entre olivos', y Carmina Martínez, del blog 'Carmina en la cocina', miembros restantes del jurado.

«Este concurso es muy importante, porque los cocineros se dan a conocer, y participan en una competición, que luego van a tener que seguir haciéndolo para desarrollarse. Además, contribuye a que la cocina andaluza avance», detallaron Magín y Gutiérrez mientras observaban como trabajaban los finalistas en la cocina.

En el mismo sentido se manifestó Jesús López Ortega, tesorero de la Federación Andaluza de Cofradía y Asociaciones Gastronómicas de Andalucía, entidad promotora del concurso. «Los finalistas han demostrado y tiene que demostrar en esta final un gran conocimiento de la gastronomía, pero también inquietud culinaria. Para ellos este concurso debe ser un estímulo para su creatividad, fomentando la innovación en sus platos», expresó Ortega.

Tras un arduo proceso de deliberación, Fátima Ramos obtuvo el tercer puesto y un premio de 150 euros, sin poder casi articular palabra por su emoción. El segundo lugar fue para Álex Jiménez, que además de obtener un premio de 250 euros, también recibió la ovación de sus compañeros y compañeras del IES El Valle, a los que se abrazó mientras aún sujetaba su trofeo.

Sin embargo, la ganadora del concurso fue Rocío Fernández, mostrando una sonrisa nerviosa por obtener no solo el premio de 500 euros, sino el premio que la acredita como ganadora del X Concurso Andaluz de Jóvenes Cocineros. Fernández aprovechó la ocasión para poner en relieve la importancia de que las instituciones propongan este tipo de iniciativas, y agradeció el esfuerzo a FECOAN por su enorme labor para promocionar a las nuevas generaciones de cocineros andaluces

A la final asistió Francisco José Solano, delegado de Desarrollo Educativo, Formación Profesional, Universidad, Investigación e Innovación Educativa, quien defendió la importancia de continuar desarrollando la gastronomía andaluza en su máximo potencial.