La incorporación de la mujer al campo, eje de una jornada en Huelma

Adela Romero, presidenta de la Asociación Trébol Rural y representante de la Comisión Permanente del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres, centró su intervención en la necesidad de la incorporación de la mujer no solo a las cooperativas agroalimentarias, sino también a sus juntas directivas. En cifras generales, el 40% de los socios son mujeres, de las cuales solo el 16% participan en las asambleas -en este dato se tienen en cuentan tanto las de ámbito olivarero como las de frutas y verduras-.

Según Romero, la participación en asambleas no llega al 3% en el caso de las cooperativas de aceite, de ahí que la presencia de la mujer en las juntas directivas sea casi nula. La presidenta de la asociación malagueña Trébol Rural animó a las presentes a dar un paso adelante en sus respectivos municipios para intentar revertir esta situación y seguir así el ejemplo de la cooperativa San Isidro Labrador de Huelma, con tres mujeres en la directiva y una de ellas en calidad de presidenta. «No queremos ser más que los hombres, queremos tener el espacio que nos pertenece», concluyó.

Esther Ontiveros, encargada de Relaciones Corporativas en DCOOP, explicó la labor que realiza esta cooperativa de segundo grado cuyos socios son empresas, la gran mayoría cooperativas, que a su vez tienen como propietarios a 75.000 agricultores y ganaderos de España. Ontiveros hizo hincapié en la necesidad de la integración, ya que «a mayor dimensión, más empleo y facturación».

El mismo mensaje de «la unión hace la fuerza» transmitió Mariló Corral, presidenta de la S. C. A. La Esperanza del Campo de la localidad granadina de Cuevas del Campo. «Entrad en vuestras cooperativas, sois imprescindibles, y de ahí a las de segundo grado. Si no, el futuro no es nuestro sino de otros», apuntó.