La Guardia Civil sigue con menos medios la búsqueda de la desaparecida de Quesada con la sospecha de que pudo caer al río
Dos semanas después de su desaparición y pese al uso de perros y unidades especiales sigue sin aparecer
La Guardia Civil mantiene con patrullas territoriales de la zona dos semanas después de su desaparición la búsqueda de María Josefa Padilla, la mujer de ... 76 años desaparecida en la pedanía de El Cortijuelo, de Quesada. Lo hace ya con menos medios que en fechas anteriores, sin el dispositivo especial activado al poco de iniciarse su búsqueda el 3 de septiembre, sin éxito. La Guardia Civil sospecha, según indican fuentes cercanas a la investigación, que pudo caer al río de un resbalón, porque así lo marcaron los perros especialistas en este tipo de búsquedas. Se ha rastreado el río y su desembocadura en el Guadalquivir hasta el embalse de Doña Aldonza y no se ha hallado rastro de la mujer, que sufre alzhéimer avanzado. Su familia la echó en falta alrededor de las seis y media de la mañana del día 3 de este mes. Salió de su domicilio vestida únicamente con un camisón y con zapatillas de andar por casa.
La vivienda se encuentra muy cerca del Guadiana Menor, donde se ha centrado los trabajos, con especiales complicaciones por la orografía del terreno, que está repleto de ramblas y pequeños barrancos, así como una vegetación de ribera muy frondosa. Además, el caudal estaba especialmente crecido, con sedimentos revueltos en el cauce que hacían el agua turbia. Por ello, también se pidió a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) el cierre de las compuertas del pantano del Negratín para facilitar la búsqueda, que ha contado con el apoyo de un helicóptero, el Grupo de Actividades Subacuáticas y el servicio cinológico de la Benemérita especializado en búsqueda de personas.
La búsqueda planificada con este operativo se dio por terminada hace días, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, desde la que se aludió al rastreo que se ha llevado a cabo, ampliando de tres a diez kilómetros las batidas alrededor de la casa.
En este sentido, se destacó el despliegue de medios tanto humanos como materiales en unas tareas que han tenido el apoyo de un helicóptero, el Grupo de Actividades Subacuáticas y el servicio cinológico de la Benemérita especializado en búsqueda de personas, al que posteriormente se unieron también perros adiestrados en la búsqueda de cadáveres en aguas sumergidas.
«En ningún momento se abandona la búsqueda. Las patrullas ordinarias que están destinada en la zona de Quesada y las comarcas limítrofes siguen trabajando», señalan fuentes de la Subdelegación.
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