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Miembros de la Asociación de Trasplantados Hepáticos durante la visita. J. A. G-M
Un grupo de trasplantados hepáticos de Granada y Jaén visitan El Condado

Un grupo de trasplantados hepáticos de Granada y Jaén visitan El Condado

También participaron en el programa de actos del III Equinoccio de Otoño, en el Santuario Ibérico de la Cueva de La Lobera de Castellar

J. A. GARCÍA-MÁRQUEZ

CASTELLAR

Lunes, 2 de octubre 2017, 00:16

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40 personas de la Asociación de Trasplantados Hepáticos de Granada y Jaén transitaron por el patrimonio monumental y natural de seis de los ocho municipios de la Comarca del Condado. La expedición visitó la Iglesia de San Pedro, la Casa de la Encomienda, las viviendas cuevas y el Castillo de Chiclana de Segura; el torreón árabe y los lavaderos públicos de Sorihuela del Guadalimar; la Cueva de la Lobera y la Excolegiata de Santiago de Castellar; el Museo Jacinto Higueras y Las Huellas de Dinosaurio de Santisteban del Puerto y La Ermita de la Virgen de la Estrella de Navas de San Juan. En todos estos pueblos de la comarca Meridional de Sierra Morena recorrieron sus cascos históricos y las calles y plazas típicas y emblemáticas.

En su estancia contemplaron también la red de centros de interpretación 'Condado Jaén, Territorio Museo', en concreto los Centros de Interpretación Pablo de Olavide y Nuevas Poblaciones en Arquillos, el Mirador Jorge Manrique en Chiclana de Segura, El Aceite de Oliva y el Olivar en Navas de San Juan, El Condado de Santisteban en Santisteban del Puerto y La Historia de las Cuatro Villas en Sorihuela del Guadalimar.

Durante su estancia, en la comarca pudieron participar en el programa de actos del III Equinoccio de Otoño, en el Santuario Ibérico de la Cueva de La Lobera de Castellar. En el ocaso del día comprobaron como la luz del sol se colaba por un hueco que realizaron ex profeso en la roca y para tal fin los antiguos moradores del santuario ibérico de los Altos del Sotillo, popularmente conocido como Cueva de la Lobera. De esta manera, a lo largo de la gruta se proyectó una imagen evocadora de los exvotos de bronce que se ofrecían a modo de ofrenda. En el santuario ibero se desarrolló un acto de salutación a la Diosa Madre, se realizó el ancestral ritual de la ofrenda de pan, frutas, exvotos y cerámica y hubo una degustación de pan, aceite y vino de rosas.

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