Encaran la retirada de las últimas 5.000 toneladas de ruedas del gran vertedero ilegal de la provincia
La Junta ha asumido el coste para desmantelarlo, con una decisión judicial que obliga a ello por el riesgo natural y para la población de Mengíbar
MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS
JAÉN
Miércoles, 24 de julio 2019, 23:44
El incendio del enorme cementerio ilegal de neumáticos de Seseña (Toledo) que se declaró el 13 de mayo de 2016 y que hasta principios de ... junio de ese año no se pudo dar por extinguido, puso el foco sobre estos vertederos y su estado, destacando en Andalucía el del mayor depósito ilegal de la provincia de Jaén, el situado en el término municipal de Jabalquinto, a un kilómetro y medio de Mengíbar y su población. Tres años después, comienza a vislumbrarse su final. La Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible está trabajando en la retirada de 8.000 toneladas de neumáticos que se encuentran almacenados en esta finca cercana al núcleo urbano mengibareño.
La retirada se realiza desde la Administración autonómica ante la imposibilidad de la empresa propietaria de la finca de acometer estas labores y la obligación de tener que ejecutarlas ya que además existe una resolución del Juzgado número 1 de Linares que así lo establece.
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Aunque se estimó en un primer momento en 18 000 toneladas, la cifra era de entre 12.000-14.000.
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toneladas, tras las quitadas por la compañía, retirará la Junta, que ya ha quitado 3 500.
Estos residuos se encuentran muy cerca de la población, lo que podría causar problemas en caso de incendio y también en una zona muy cercana al río Guadalquivir (a unos 200 metros), que cuenta con alto valor ambiental y protección ecológica. La Administración actúa así ante un problema de acumulación de residuos y atendiendo «a las órdenes establecidas y marcadas por la legislación».
Diez meses y dos millones
La delegada territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Soledad Aranda, visitó ayer la finca para supervisar la marcha de los trabajos de retirada. Tragsa es la empresa que se encarga de estas labores. «La Administración cumple con su labor ante la situación generada por parte de la empresa propietaria de estos terrenos, que no tenía capacidad para acometer el mandamiento. Por eso, es la propia Administración es la que lo ejecuta para evitar problemas añadidos que podrían generarse ante esta acumulación de residuos», subrayó Aranda.
Los trabajos se desarrollarán durante diez meses ante el importante volumen de neumáticos almacenados. Hasta el momento, ya han salido alrededor de 3.500 toneladas en 319 camiones de gran tonelaje, que parten rumbo a planta de reciclaje en función del tipo de neumático.
Además, Tragsa se ha encargado de dividir la acumulación de este residuo para prevenir situaciones de riesgo en caso de incendio. «De la situación inicial que encontramos a cómo está esta parcela hoy, se ve un considerable avance. No obstante, los trabajadores siguen con su labor para retirar estas montañas de neumáticos lo antes posible», indicó la delegada.
A Espeluy para reciclarlas
El ritmo de retirada depende también de la capacidad de recepción de las plantas de reciclaje, ya que tienen otras entradas también y han de compaginar unas y otras dentro del proceso de reutilización de las ruedas usadas para convertirlas en nuevos productos dentro del proceso de reciclaje establecido.
Se trata de un proyecto que puede rondar los dos millones de euros ante el enorme volumen de neumáticos almacenado y el coste logístico que requiere las labores de retirada. En su mayoría, los neumáticos están siendo se trasladados para su reciclaje hasta la planta de Renean en el municipio de Espeluy. Aunque en un primer momento se estimaba en 18.000 las toneladas existentes, análisis posteriores redujeron esa cifra a entre 12.000 y 14.000 toneladas, de manera que la compañía ha retirado entre 4.000 y 6.000 toneladas hasta las 8.000 que se están retirando ahora.
Para venderlas en África
Son neumáticos muy antiguos, anteriores a la normativa actual que establece la gestión de su reciclaje, y la empresa propietaria, que se dedica a la venta de ruedas usadas una vez recauchutadas a zonas de África y Sudamérica, los fue acumulando durante años hasta que se convirtió en un depósito ya incontrolado.
La Junta, antes del incendio de Seseña, en 2014, ya abrió un expediente sancionador por incumplir la legislación ambiental y en 2016 otro. En diciembre de 2018, el entonces delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, anunció que se había iniciado la retirada.
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