Los expoliadores acosan la Cueva de la Lobera, santuario ibero de Castellar

José Antonio López, portavoz municipal, expresa que desde algún tiempo se venían detectando pequeños orificios en la zona: «Contabilizamos una veintena de agujeros de los que suelen hacerse con detectores de metales en el entorno de la cueva. Ahora la cata detectada es más llamativa y preocupante, aunque a simple vista no se pueda determinar su profundidad porque después de excavar se volvió a colocar el material extraído».

López manifiesta que el expolio o intento de expolio se pudo anticipar ante el anuncio de que se va a iniciar en La Lobera una ambiciosa actuación cuya primera fase contempla el estudio con georradar y vallado de la zona, proceso en el que se podrían invertir 200.000 euros.

2016 año clave en La Lobera

El atentado contra el patrimonio arqueológico llega en un año clave en el que se pretende que la Cueva de la Lobera se convierta definitivamente en uno de los centros de interés de mayor valor en la arqueología provincial. Si las previsiones se cumplen, a lo largo de este 2016 regresarán las excavaciones al yacimiento de los exvotos ibéricos. Aunque recientemente se acometieron trabajos en los que se limpió y adecentó el sendero y se colocaron paneles informativos en el camino y en la carretera, el objetivo ahora es más ambicioso: Recuperar las excavaciones para conocer mejor el yacimiento íbero de la Cueva de la Lobera y de su entorno Los Altos del Sotillo, que oficiaron de culto de los iberos oretanos.

Concretamente, el proceso de prospección se centraría en la tercera terraza, que ya fue estudiada por el investigador francés Gérard Nicolini en los años 60 cuando llevó a cabo la primera campaña en el santuario. Nicolini realizó un extenso recorrido visual por las intervenciones arqueológicas realizadas y por los cien años transcurridos desde que el historiador Diego Jiménez de Cisneros comunicara a la Real Academia de la Historia la aparición de exvotos de bronce en el paraje conocido como Cueva de la Lobera. Ya entonces Nicolini advirtió de que nos encontrábamos en un enclave esencial para reflexionar sobre la historia y las investigaciones en este santuario como puerta abierta al debate sobre espacios de culto y religiosidad en las sociedades iberas. Pero sus trabajos de campo fueron sepultados para preservar la zona y es ahora cuando se pretende retomar el proceso para certificar la ubicación de estancias que ejercieron de habitaciones.

Limpieza

El plan de esta fase contempla también la limpieza de cuevas del farallón rocoso, la protección del conjunto y la puesta en valor todo lo que se descubra para que pueda ser visitado por el público.

El proyecto arqueológico, que podría rondar los 200.000 euros, será presentado en los próximos días a la Junta de Andalucía y a Diputación Provincial. La pretensión es que entren ambas administraciones cubran los gastos del proceso arqueológico en este abrigo poco profundo próximo a los manantiales de la Fuente del Caño, delante de la cual, en la ladera que se abre hacia el norte, existieron casas aisladas de planta rectangular construidas con zócalo de piedra y pared de adobe. La constancia de estas casas excavadas da pie a pensar que el santuario, famoso por sus exvotos de bronce ibéricos, tuvo un carácter muy superior al ámbito local.