Castellar vive su romería de la Virgen de la Consolación

Para acompañar a la Patrona en su retorno al pueblo, centenares de romeros acampan en el paraje denominado La Espinosa, junto a los restos del castillo en el que, según apunta la tradición, se apareció la Virgen. Son días en los que se compartan salves, músicas, viandas y momentos lúdicos y marianos.

El preámbulo de las fiestas tuvo lugar ayer con el traslado del estandarte de la Virgen desde la casa del hermano mayor hasta la iglesia Excolegiata de Santiago en donde se ofició la misa. A su término, todos se desplazarán al centro sociocultural Castellar Ibero para asistir al XXXIII pregón de la romería que ofreció Andrés Macías. Durante el día de hoy, el repique de campanas y el disparo de cohetes anunciarán la romería de mañana, porque será el domingo cuando se celebre la misa rociera en el santuario en la que niños, jóvenes y matrimonios efectúen sus ofrendas. Por la tarde, primer día de triduo, concierto de los cantantes Ubaldo Valverde e Isabel Rico y, al caer la noche, chocolatada, el tradicional Buenas Noches a la Patrona y verbena con el grupo La Profecía.

El lunes tendrá lugar el primer certamen de coros romeros y rocieros de la comarca. Intervendrán los coros Reales Alcázares de Santa María de Úbeda, Virgen del Castillo de Vilches, Olé con Olé de Beas de Segura, Virgen del Collado de Santisteban del Puerto y Virgen de la Consolación de Castellar. Al caer la noche se realizará un rosario de antorchas alrededor del santuario.

Día grande

El martes será el día grande de la romería. A las 8 de la mañana se efectuará una concentración de carrozas en la plaza del Ayuntamiento para iniciar el peregrinaje a la ermita. Al llegar a ella, en los llanos del santuario, se celebrará un concurso para decidir la carroza mejor engalanada, que además tendrá el privilegio de portar la bandera de la Virgen en su posterior traslado al pueblo. Por la tarde, se cerrará el ciclo del triduo y la imagen de la Virgen, obra de Jacinto Higueras. Entre antorchas, saldrá del santuario e iniciará un lento regreso hasta Castellar. A lo largo del camino hará una estación de penitencia en la Cruz de Piedra, lugar en el que la Patrona recibirá el beneficio de las salves. Al llegar al pueblo, la procesión atravesará calles y plazas hasta desembocar en el templo, en el que tendrá lugar una celebración eucarística.