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Denuncian el "estrés, el pánico y el sufrimiento" al que fueron sometidas las pavas de Cazalilla

Denuncian el "estrés, el pánico y el sufrimiento" al que fueron sometidas las pavas de Cazalilla

Aunque los animales no se lanzaron desde el campanario, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales aseguran que los animales sufrieron

europa press

Miércoles, 10 de febrero 2016, 17:59

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La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) ha denunciado ante la Junta de Andalucía el uso de lo que ha denominado "pavas sustitutas" en el marco de la celebración de San Blas en Cazalilla, después de que el pasado 3 de febrero, por primera vez, no se lanzara al animal desde el campanario de la parroquia de Santa María Magdalena.

La entidad ha informado de que interpuso el escrito mediante correo administrativo el pasado viernes y fue este martes cuando tuvo entrada en el Registro de la Delegación Territorial de Agricultura.

En él, solicita que "inicie el correspondiente procedimiento para la determinación de las presuntas responsabilidades" que pudieran derivarse del uso y trato a los que fueron sometidas las dos pavas que "fueron sacadas por las calles de Cazalilla entre los zarandeos y el griterío del público, dado que estaba imposibilitado el acceso al campanario".

"La forma gestual de las plumas remeras, las traseras y los dedos de las patas era indicativo del estrés, el pánico y el sufrimiento que estarían experimentando ambas pavas; sufrimientos prohibidos por la Ley andaluza de Protección Animal", ha manifestado.

Además de invocar esa normativa, en su escrito la asociación aporta un dictamen del Consejo de Europa sobre los pavos domésticos de "un incuestionable valor técnico-científico", ya "se ha realizado a la luz de los conocimientos científicos sobre las necesidades biológicas" de estos animales.

En ese documento, según ha agregado, recoge los manejos que pueden producir a los pavos desconcierto, miedo, estrés y ansiedad, como pueden ser, entre otros, los ruidos, los movimientos bruscos o la cercanía de un gentío vociferante, de ahí que "es muy claro al determinar que no deberían utilizarse pavos en espectáculos, exhibiciones, etcétera".

Ha hecho hincapié, igualmente, en que a estas alturas del siglo XXI este evento "debe reciclarse en pro de unos comportamientos más propios de una sociedad moderna", como indica en su Preámbulo la Ley andaluza de Protección Animal".

De hecho, Anpba propuso "alternativas" en años anteriores, como usar una "simbólica" pava de peluche. "Manteniendo el espíritu de la tradición, no provocaría sufrimiento a ningún un animal de carne y hueso, pues los pavos utilizados en eventos de este tipo siempre considerarán depredadores a sus manipuladores, como detalla el dictamen europeo", ha concluido.

La imposibilidad de acceder al campanario hizo que este año la pava no pudiera ser arrojada desde el campanario, como ha venido ocurriendo cada 3 de febrero con motivo de la festividad de San Blas. A pesar de ello, el animal siguió siendo el protagonista cuando apareció portado por un hombre que lo paseó entre la multitud, como poco después ocurrió con una segunda pava.

El lanzamiento ha estado envuelto en los últimos años en la polémica, ante las críticas de organizaciones animalistas que consideran que se maltrata a la pava. Por contra, la mayor parte de los vecinos y participantes en esta costumbre niegan que se cause daño al animal, que permanece con quien lo recoge como símbolo de fortuna, y defienden su celebración, de la que el Ayuntamiento está desvinculado.

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