Edición

Borrar
Voluntarios del Campo Internacional de Trabajo limpiando el Mosaico de los Amores.

Ver fotos

Voluntarios del Campo Internacional de Trabajo limpiando el Mosaico de los Amores. ENRIQUE

Los verdaderos tesoros de Cástulo

Voluntarios y trabajadores se unen en verano para poder seguir descubriendo uno de los yacimientos más importantes de Andalucía

JÉSSICA SOTO

Linares

Martes, 15 de agosto 2017, 00:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A las 7.30 horas del pasado miércoles, la luna aún se podía contemplar en el cielo linarense y comenzaban a llegar los primeros voluntarios del yacimiento de Cástulo: Juan, José, Carlos y Álvaro. Uno de los termómetros que se observa desde la Plaza del Ayuntamiento, junto a la primera parada del autobús, marcaba 18 grados, lo que aventuraba a pensar que la mañana trascurriría sin ese calor sofocante que acompaña a todas las personas (voluntarios y trabajadores) que acuden a Cástulo diariamente.

Diez minutos más tarde, el vehículo iniciaba su marcha para recoger al resto de vecinos que ese día vivirían la experiencia de sumergirse de lleno en la historia de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Andalucía. Tras la Plaza del Ayuntamiento, se subieron más voluntarios en la calle Julio Burell, a la altura del desaparecido Teatro Olympia y, por último, en la Avenida del Ajedrez, junto donde se ubica una ferretería. Durante el trayecto, solo las canciones de una emisora de radiofórmula rompían el silencio que predominaba en el ambiente, mientras que los jóvenes pasaban sus minutos consultando sus teléfonos móviles o simplemente con la mirada perdida. Cuando pasaban apenas diez minutos de las ocho de la mañana, el autobús llegaba a Cástulo. Allí, como buen anfitrión, el director del Conjunto Arqueológico de Cástulo, Marcelo Castro, saludaba a los voluntarios, daba unas pequeñas indicaciones y comenzaba la jornada. Cada voluntario y participante del Campo de Trabajo Internacional 'Cástulo: Puerto de Encuentros' de la Universidad de Jaén se dirigía al área que le correspondía.

Ambrosio Fernández, uno de los voluntarios de la Asociación 'Promoción Social 28 de Febrero', pasó la mañana en la zona donde se está descubriendo la torre púnica. «Me encanta ser voluntario aquí. Si pudiera volver años atrás, seguramente empezaba en la rama de la arqueología», sostiene este vecino que lleva cuatro años echando una mano en Cástulo. En esta área él se dedica a mover tierra, llenar espuertas «y a lo que se presenta», indica.

El pasado miércoles lo dedicaron a excavar fosas, mientras que en la parte frontal de la torre también realizaron estas tareas para descubrir la cara exterior del monumento. Todo hace pensar que se trata de una de las torres más grandes de la península ibérica con unas dimensiones de más de 15 metros.

«Los voluntarios aquí son básicos y si no fuera por ellos, no podríamos mantener el ritmo de trabajo como actualmente lo llevamos. Colaboran activamente y son imprescindibles», sostiene Marcos Soto, responsable de la excavación en esta área. Junto a dos trabajadores más, completa el equipo en este entorno Isabel Ruiz, ayudante de dirección y contratada dentro del proyecto 'Siglo XXI en Cástulo', que se ocupaba del registro de materiales hallados en el entorno de la torre púnica. Un pequeño transistor aminoraba el ruido producido por las excavaciones y el cribado de la tierra. A los que no les hacía falta radio alguna porque la conversación era más que animada era a los voluntarios de Linares y de Ibros y a la auxiliar de arqueología, Inma López, que se ubicaban en la conocida era o cortijo del guarda donde se ocupan del lavado de la cerámica que les llega después de cribar la tierra, una labor muy importante ya que ayudará al equipo técnico a profundizar más en la historia de Cástulo.

Lazos con Cástulo

«Esto te engancha. Cuando llegas a Cástulo la primera vez la visión que tienes es de un lugar hostil y desértico. Pero una vez que empiezas a implicarte, a ver las excavaciones y el equipo que hay formado de arqueólogos empieza a engancharte. Al final, repites y siempre queda un nexo con Cástulo», explica López. La experiencia es un grado y después de haber limpiado las piezas en varias zonas del yacimiento han llegado a la conclusión de que es en la era, donde hay que recordar que se realizaron las obras de teatro de las Fiestas Íbero-Romanas de Cástulo, es el lugar más fresco y además les regala unas vistas espectaculares del yacimiento. Mauro del Río, también es voluntario del 28 de Febrero y, por motivos personales, esta labor ha sido una verdadera terapia para él. Es uno de los veteranos en Cástulo. «Siempre tienes la satisfacción de estar aquí, ayudar en lo que puedas y estás también entretenido. A mí me gusta venir aquí», revela Mauro. Frente a él, se sentó Margarita Hurtado, voluntaria de Ibros desde hace dos años. Hay inscritos como voluntarios de este municipio 21 personas. «Estuve estudiando Filología Clásica en Madrid y allí los profesores hablaban del yacimiento de Cástulo ya en los años 80. En esa época vine a verlo pero no había apenas nada. Hay un cambio increíble y la gente que viene llega con ganas de esforzarse para que sigan saliendo a la luz cosas importantes», declara Hurtado. Durante una mañana pueden limpiar más de 3.000 piezas halladas en Cástulo, aunque esta cifra varía en función de su tamaño y del número de voluntarios que se dediquen a esta función ese día.

Conforme iban pasando las horas, la temperatura iba ascendiendo y el calor se hacía más protagonista especialmente en las zonas más bajas, como por ejemplo, donde se encuentra el Mosaico de los Amores. Para recuperar fuerzas y como en cualquier otro trabajo, a las diez de la mañana, todos hicieron un descanso.

ENRIQUE
Imagen principal - Los verdaderos tesoros de Cástulo
Imagen secundaria 1 - Los verdaderos tesoros de Cástulo
Imagen secundaria 2 - Los verdaderos tesoros de Cástulo

Aprovechando la sombra que proporcionaba uno de los laterales de la cubierta del citado mosaico y utilizando los bordillos como prácticos asientos, allí se acomodaron. Fue uno de los momentos en los que se pudo observar la grandeza humana de Cástulo: voluntarios de diversas edades y lugares y trabajadores pertenecientes a programas de la UJA y de la Junta de Andalucía totalmente integrados, disfrutando de esta experiencia y compartiendo bocadillos y frutas.

Tainara Santos (27 años) y Camila Bacelar (29 años) son brasileñas y alumnas del máster de Patrimonio Cultural en la Universidad de Jaén y participan este año en el Campo de Trabajo Internacional 'Cástulo: puerto de encuentros'. «Nosotras solemos estar en el museo pero algunos días también venimos aquí para hacer otras cosas. Me ha impresionado Cástulo y el mosaico está muy bien conservado», dice Camila que, junto a su compañera Tainara y otros jóvenes, dedicaron la mañana a mantener impoluto el Mosaico de los Amores, una de las joyas del yacimiento.

Por su parte, y muy próximos al mosaico de los octógonos y otros hallados junto a él, varios voluntarios se dedicaban a cribar la tierra que se extraía de allí. Todos ellos comparten su tiempo con arqueólogos como Yolanda Jiménez y conocen todo lo que sale a la luz. «He estado en todos los focos de excavación y este año lo que me va a sorprender son los mosaicos que están a medio descubrir», apunta Francisco Martínez, voluntario desde hace cuatro campañas en Cástulo. Francisco Sierra y Eduardo Maldonado también estuvieron toda la mañana en Cástulo seleccionando entre los estratos de tierra las piezas halladas en el área 3.

«Este año se están encontrando muchas cosas, sobre todo, cerámica», dice Sierra. No solo se habla de Cástulo, sino que intercambian opiniones sobre temas de actualidad, «y hasta de Cataluña», confiesa entre risas otro voluntario.

Por cierto, esa jornada Yolanda documentó un engaste para joya, seguramente de pasta vítrea, una moneda y una terra sigilata hispánica del siglo I-II. No fue un mal día. Cuando quedaban pocos minutos para las doce del mediodía, el autobús les esperaba junto al Centro de Recepción de Visitantes. Ellos emprendían el camino de regreso con la alegría de haber contribuido a recuperar parte del patrimonio de Linares. Una buena historia para contar a sus amigos y familiares.

Participantes del Campo de Trabajo de Cástulo del IAJ, junto a autoridades.
Participantes del Campo de Trabajo de Cástulo del IAJ, junto a autoridades. ENRIQUE

Preparación del área 1 para su musealización

Los trabajos este año se centran en seguir conociendo qué esconde el área 1. Además de los voluntarios, hay 32 personas que han sido contratadas por el Ayuntamiento de Linares con los planes de empleo de la Junta de Andalucía. «Conocer Cástulo así es muy bonito porque todo es aprendizaje porque hay compañeros que tienen conocimientos de arqueología y de historia y entre todos vamos complementándonos», explica Regina Pérez, técnica topógrafa que se dedica en Cástulo a replantear sondeos según les indican los arqueólogos y en función de las zonas que quieren excavar. Su compañero Abel Jiménez, director de la excavación en el área 1, supervisaba todo el trabajo en esta zona que podría ser un templo de culto al emperador. «Llevamos en este área desde el año 2011 y la intención este año es la excavación extensiva, es decir, unir todos los sondeos, sacar el edificio completo y dejarlo listo para la musealización», expresó Jiménez. Por cierto, el Consistorio linarense también cofinancia el Campo de Trabajo de Cástulo que oferta el IAJ y el Campo de Trabajo Internacional 'Cástulo: puerto de encuentros'. La Diputación de Jaén financiará la cubierta del edificio cristiano y de los mosaicos hallados.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios