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Uno de los restos mineros del distrito Linares-La Carolina con protección y señalización. ENRIQUE
Proyecto Arrayanes no cesa en su empeño de dotar de seguridad al distrito minero

Proyecto Arrayanes no cesa en su empeño de dotar de seguridad al distrito minero

El colectivo recaba una amplia lista de puntos en varios municipios de la comarca donde resulta preciso intervenir para reducir su peligrosidad

JUAN JOSÉ GARCÍA

Jueves, 31 de enero 2019, 23:44

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El Colectivo Proyecto Arrayanes continúa su intensa labor de voluntariado para velar por que los restos del distrito minero de Linares-La Carolina presenten unas condiciones óptimas, no solo ya desde el punto de vista puramente patrimonial, sino también desde la seguridad. No en vano, una de las principales líneas de trabajo de esta asociación es que se eviten o, al menos, se reduzcan riesgos en los enclaves. Y para ello resulta necesario observar y analizar la situación de los diferentes pozos, hundiciones y 'rafas', con el fin de que se intervenga en ellos como medida de prevención ante posibles caídas u otros daños para las personas.

En este sentido, el equipo de 'Proyecto Arrayanes' elaboró y presentó, recientemente, un catálogo con más de setenta emplazamientos en los que se requiere de una actuación preferente para dotarlos de protección. Una denuncia que ya ha sido interpuesta ante la Junta de Andalucía y a la que, en próximas fechas, se sumará otra remesa con casi una decena de nuevos puntos en los que se aprecia cierto grado de peligrosidad. Se trata de dar continuidad a un plan iniciado hace ya diez años para que el distrito pueda ser visitado por la ciudadanía sin problemas.

«En esa denuncia fueron 71 puntos los que se recogieron pero seguimos descubriendo más. Son lugares peligrosos porque tienen un riesgo importante para las personas. Todavía quedan algunos que están relativamente cercanos a los caminos y senderos, es decir, aunque estén a cierta distancia se encuentran en lugares que pueden ser visitados y, por lo tanto, es conveniente cerrarlos. Incluso hay puntos peligrosos que están dentro de fincas y hasta los dueños han visto bien que se cierren y se protejan para evitar posibles caídas de personas o de ganado que se encuentre en el campo», dijo Antonio Ángel Pérez, miembro del Colectivo Proyecto Arrayanes.

Buena parte de esas hundiciones o pozos a cielo abierto pertenecientes a la actividad minera ya desaparecida se encuentran en los términos municipales de Linares, La Carolina, Guarromán o Bailén. Así, el planteamiento sigue siendo que desde la Administración se destinen recursos para proceder al sellado y señalización de los lugares potencialmente peligrosos. Por el momento, desde 'Proyecto Arrayanes' se continúa con la geolocalización e identificación de aquellas zonas menos seguras para facilitar las cosas y ganar así en prevención.

«La pérdida de una persona por culpa de la caída a un pozo es algo irremplazable. Y para la Administración, económicamente, proteger es mucho más rentable porque no es lo mismo el coste de la prevención que el de un rescate. Hay que seguir mostrando preocupación y encontrar el sentido a lo que llevamos unos diez años haciendo», señaló Pérez.

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