Un insólito Domingo de Ramos en Linares para vivir con fe y recogimiento

Insólito y muy triste Domingo de Ramos el de este 2020. No será la meteorología adversa la que va a dejar a Linares huérfana de procesiones; la pandemia provocada por el coronavirus COVID-19 es la culpable. El estado de alarma decretado por el Gobierno, fruto de la crisis sanitaria mundial, implica confinamiento y esto también ha afectado a la religiosidad popular. Sin embargo, pese a no haber desfiles procesionales, la Semana de Pasión se vivirá de otra forma, desde otra perspectiva, a través de la oración, la fe y el recogimiento.

La Hermandad de la Entrada Triunfal en Jerusalén, la popular 'Borriquilla', no brillará esta mañana con su particular esplendor por las calles de Linares. Pero, al menos, sí ha querido que la ciudadanía sienta que hoy, efectivamente, es Domingo de Ramos. Y para ello los integrantes de esta cofradía animaron a la población a colgar en sus ventanas y balcones dibujos de palmas que vayan acompañados de la palabra 'Hosanna'. Un gesto sencillo que sirva para mantener viva la llama y la ilusión de los cofrades.

«Nos vamos a acordar mucho de este día, de todos los preparativos que ya habíamos hecho, de los ensayos que ya habíamos tenido e incluso de los que no o de la ilusión de toda esa gente que ha entrado nueva y este año se va a quedar sin salir. Ojalá pase pronto todo esto, nos volvamos a ver todos en la Hermandad y empecemos a trabajar por un nuevo año», señaló el hermano mayor de 'La Borriquilla', Ángel Lorite.

También se ha promovido a nivel de costaleros que cuando sean las diez, hora a la que saldría la procesión, cada uno se ponga en su casa la Marcha Real para tratar de evocar el inicio de una estación de penitencia que, lamentablemente, no tendrá lugar. Así, ni los hermanos de esta cofradía ni los linarenses podrán disfrutar en las calles de los estrenos preparados para este año, como la parihuela nueva de madera del paso de palio de María Santísima de la Alegría o la flequillería de sus bambalinas, entre otros.

Pero más allá de este señalada jornada dominical, desde el seno de la Hermandad también se ha trabajado para ayudar a los más necesitados durante estas semanas tan complejas. En ese sentido, sobresale la donación de dos mil guantes y botes de gel hidroalcohólico para el asilo.

El protagonismo de la tarde del Domingo de Ramos lo ejercería, como cada año, la Hermandad de la Santa Cena Sacramental y Nuestra Señora de la Paz, pero hoy será muy diferente a cualquier Semana Santa anterior. Las capas doradas no brillarán con la luz del sol y el sagrario de la Basílica de Santa María no se abrirá para que comience a procesionar, desde su interior, el majestuoso paso de misterio en el que Cristo instituye la eucaristía rodeado de sus discípulos.

Con gran ilusión se había preparado esta estación de penitencia por parte de los hermanos de la Santa Cena. No en vano, eran muchos los estrenos previstos, como los guiones sacramental y concepcionista, varias jarras laterales y piezas de candelería para el paso de palio, una saya nueva para la Virgen de la Paz, así como un pañuelo y un rosario, o dos mazas para custodiar la cruz de guía.

Como alternativa a la procesión, los hermanos de la Santa Cena están convocados a portar sus medallas desde las cinco de la tarde hasta las once de la noche y a rezar un Padrenuestro, el Ave María y el Gloria en las horas a las que saldría y se recogería el cortejo. Asimismo, para hacerle más llevadero el confinamiento a los más pequeños de la Hermandad y tenerlos entretenidos en casa, desde la Cofradía se elaboraron unas plantillas recortables, disponibles para su descarga en internet, para poder colorear y construir el paso de palio de la Virgen de la Paz.

«Es un acto sencillo que hemos ideado desde la junta de gobierno para, en cierta manera, realizar nuestra estación de penitencia en la intimidad. Una vez que pase el confinamiento por el coronavirus reorganizaremos todo el trabajo para pensar en el próximo año y continuar con nuestros proyectos y el día a día. Y mientras tanto tratamos de ayudar en todo lo que podemos, por ejemplo, confeccionando batas quirúrgicas para los sanitarios», manifestó Salvador Yebra, hermano mayor de la Santa Cena.