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El emblemático edificio del Palacio Municipal, máxima representación institucional de la ciudad. ENRIQUE
Se cumplen 145 años desde que Linares fue nombrada ciudad

Se cumplen 145 años desde que Linares fue nombrada ciudad

El 9 de noviembre de 1875 el rey Alfonso XII otorgó el nuevo título a la antigua villa en respuesta a la solicitud realizada por el Ayuntamiento

jéssica soto

Linares

Martes, 10 de noviembre 2020, 10:30

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En medio de una situación tan delicada como la que vivimos con la pandemia del coronavirus, ayer se cumplió una importante efeméride para la ciudad. Y es que, precisamente, Linares llegó a ser considerada como tal el 9 de noviembre de 1875, cuando el rey Alfonso XII decidió concederle este título.

Según el historiador e investigador linarense Lorenzo Martínez Aguilar, el Ayuntamiento de Linares decidió solicitar dicho título debido al «consecuente desarrollo que situaba a la población en la primera potencia económica, industrial y poblacional de la provincia de Jaén gracias a la minería, cuya pujanza no pasaba desapercibida en Andalucía, España y Europa», señala.

Para refrendar su petición, el Ayuntamiento de Linares envió una solicitud al Presidente del Consejo de Ministros, que por entonces era Antonio Cánovas del Castillo, y al rey Alfonso XII allá por el año 1875. Concretamente, el 17 de julio. No hubo que esperar mucho, ya que el 9 de noviembre de ese mismo año, fue firmado por el Rey el Real Decreto de la concesión de título de Ciudad a Linares. Dos días más tarde fue notificado en sesión ordinaria del Pleno Municipal de Linares. Varias jornadas después una comisión de la Corporación Municipal, que encabezó el alcalde Francisco Gómez del Castillo, se desplazó a Madrid para expresar su gratitud al monarca.

De villa a ciudad

Martínez Aguilar reflexiona acerca de qué valor tenía el título de ciudad para Linares y por qué no dejaba de ser una «aspiración» para una de las poblaciones con mayor crecimiento económico en el siglo XIX en España. Para el investigador, en aquel siglo dicha concesión era un privilegio que se entregaba a determinadas poblaciones, «bien por sus méritos o por tener una gran población, no gozaba de mayores preeminencias que el rango honorífico y situarse jerárquicamente por encima del título de villa, es decir, el reconocimiento al estatus de una población», apunta.

Así fue como el Consistorio linarense lo plasmó en su petición en la que se recogía el «orgullo colectivo» que significaba tener dicho título y la consecuente y «admirable importancia» para Linares entre las provincias y el Estado. Y para el que aún no haya reparado en este hecho histórico, una placa de bronce ubicada en la fachada del Palacio Consistorial recoge el Bando que el alcalde por aquel entonces, Francisco Gómez del Castillo, hacía público la concesión de dicho título. La placa se puso el 9 de noviembre de 1975, coincidiendo con el centenario de este título.

«Esa satisfacción que cita el alcalde, desde mi punto de vista, recoge y representa el momento en el que Linares experimenta un despegue económico, social, cultural e industrial que la llevaba a ser la mayor ciudad de Linares, una de las más importantes de Andalucía y de cita ineludible en España», sostiene Martínez Aguilar.

Contexto histórico

1875 fue un año de singular calado histórico en España. La Restauración borbónica se inició con la llegada a Madrid de Alfonso XII, el 14 de enero, para ocupar el trono de España y ser proclamado Rey ante las Cortes Españolas. Unos días antes, el 11 de enero, fue nombrado alcalde de Linares el conservador Francisco Gómez del Castillo. Según Lorenzo Martínez, la idea de este nombramiento partió precisamente de Antonio Zambrana Godoy, verdadero dirigente del movimiento monárquico-conservador linarense, quien a su vez fue nombrado unos días antes, el 7 de enero, subgobernador de Linares.

«A partir de este momento surge entre los monárquicos conservadores linarenses una estrategia de acercar Linares a la Corona y congraciarse con el gobierno conservador-monárquico de Cánovas, intentando así hacer frente a la fuerza que tuvo en Linares el movimiento republicano durante todo el Sexenio Democrático», recalca Lorenzo Martínez haciéndose eco de lo que publicaron los periódicos republicanos locales de la época.

Al margen de los acontecimientos históricos que se produjeron en el país, hay que mirar a lo que supuso para la economía local la explotación de las minas. En 1875 era un negocio productivo. Entre las razones que esgrime el historiador eran los costes bastante reducidos en la producción y la permisividad en la reexplotación de minerales al extranjero con la liberalización del sector desde 1868 y la penetración del capital y las empresas extranjeras.

En 1873 trabajaban cerca de 9.000 obreros en la minería. Las oportunidades laborales que se abrían en Linares conllevaron que creciera notablemente la demografía durante esos años con una corriente migratoria sin precedentes en la historia de la ciudad. Por dar un dato, en el año 1875 Linares contaba con una población de 29.307 habitantes. Con tal densidad de población, no es de extrañar que Linares figurase en la vanguardia del desarrollo social, laboral, cultural, económico, educativo…

Han pasado 145 años y, cuando los títulos nobiliarios no tienen valor administrativo, «y han perdido su preeminencia a favor de la democracia, en Linares permanece el carácter simbólico de ostentar el título de Ciudad que nos recuerda una plenitud del pasado y la referencia ineludible de un hito que marca el comienzo de un liderazgo. Y eso es lo que debemos celebrar», concluye Lorenzo Martínez.

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