El Ayuntamiento de Linares impulsa un tratamiento contra termitas en la barriada de Santa Ana

Según explicó la concejala de Salud, Eva Sáez, esta problemática no es nueva en el barrio, ya que «hay vecinos que tienen problemas con las termitas desde hace ya varios años». No en vano, según la edil socialista, ya en 2018 se le intentó poner remedio a la existencia de estos insectos, «pero con el cambio de Gobierno que hubo entonces se paralizaron las actuaciones previstas».

«El 14 de noviembre de 2019, como concejala de esta Corporación, pedí de urgencia que por favor se llevaran a cabo las medidas necesarias para poder actuar y solucionar el problema tan grave de termitas que llevaba ya varios años afectando a la barriada de Santana. Y no era por capricho del PSOE, sino porque había vecinos que lo estaban pasando realmente mal», señaló Sáez.

La concejala de Salud manifestó que los problemas que ya se registraron hace casi un lustro «se han agravado». «Hay estructuras, puertas y armarios de varios vecinos que están destruidos al estar vacíos, carcomidos por las termitas. Es un problema de infraestructura y también de salud e insalubridad. De hecho, hay viviendas en las que se pueden llegar a ver las termitas y hay familias que dicen que es desesperante escuchar los crujidos, por las noches, de cómo estos insectos se van carcomiendo la celulosa», detalló Eva Sáez.

Así las cosas, desde el consistorio se pusieron manos a la obra para eliminar de raíz la colonia de xilófagos que hay radicada en Santa Ana, por lo que se actuará en el entorno del paseo de la Alameda, la calle Francisco Jiménez Doblado o la plaza Julián Jiménez para tratar de atajar la proliferación de la plaga.

«Se han seleccionado cuatro zonas diferenciadas dentro de la barriada en las que se van a poner monitores de madera dentro de los portacebos para que detectar la presencia de las termitas. Una vez que hecho esto, se comprobará si la madera está carcomida y entonces se pondrá el biocida. De esa manera podremos actuar y eliminar estas colonias. El proceso comprende unos tres años de duración: el primer año será más exigente porque la colonia es muy grande y hay que empezar a atajar mediante intervenciones mensuales;el segundo año se hará trimestralmente y el tercer año, semestralmente. Posteriormente, habrá que ir evaluando la evolución del tratamiento», explicó la edil de Salud.

Según Eva Sáez, cada colonia de termitas puede llegar a tener hasta tres millones de ejemplares, de ahí que «se extiendan muy rápidamente y resulte tan peligroso tenerlas cerca de las viviendas». El protocolo que se seguirá para eliminar la colonia comprenderá la parte externa de los edificios, de tal manera que completará los tratamientos que algunos vecinos ya realizaron a título particular en sus propias viviendas. «Hay vecinos que ya hicieron sus tratamientos, pero como el nido está fuera, mientras no se elimine el origen, el problema seguirá estando ahí, ya que las termitas construyen ramificaciones de caminos para acudir donde hay celulosa y llevársela hasta las colonias para poder alimentar al resto», indicó la edil.