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El equipo que graba el cortometraje.
Redescubriendo la Tragantía

Redescubriendo la Tragantía

El Concurso de Cortometraje Rodando por Jaén selecciona el guión de Silvia García

MARÍA TERESA CORTÉS

Sábado, 25 de junio 2016, 00:18

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Desempolvando guiones de un cajón. Así comenzó la aventura del cortometraje 'Tragantía', cuya directora Silvia García escribió en tan sólo tres horas. A raíz de ese guión se fue gestando este proyecto que cuenta con el trabajo de nueve profesionales, la mayor parte de ellos linarenses.

El elenco está formado por los actores Oliver Gil y Alba Muñoz, en el sonido Bigotes y Dientes, el iluminador y fotógrafo Pedro Camacho, Lucas García y Francisco Aránega en producción, Yaiza en maquillaje, Gregorio Sánchez como figurante y Silvia, guionista y directora de este proyecto audiovisual. Silvia presentó su guión al IV Concurso de Cortometraje Rodando por Jaén 2016 y resultó escogido junto con los otros ocho finalistas, entre una cuarentena de obras.

Contaron, previo a la grabación de las escenas, con unos talleres de Diputación impartidos por el cineasta Montxo Armendáriz y la productora Puy Oria. El 4 y 5 de junio fueron los días asignados para la grabación, y tras varias reuniones de localización, montaje y planos, el equipo se desplazó con sus enseres a tres localizaciones de la provincia, Úbeda, Baños de la Encima y Cazorla.

En cuanto a la temática del corto, está basado en la leyenda de La Tragantía, como bien cuenta su directora, «es una leyenda que Cazorla la ha hecho suya y la está explotando muy bien, aunque también se da en otros pueblos de Jaén, como Úbeda y Baeza. La leyenda dice que cuando los cristianos van a sitiar el castillo, el rey moro coge a su hija, la encierra en una cueva y se transforma en serpiente, alimentándose de bichos. La noche de San Juan, ella aparece y se come a los niños a medianoche. A partir de eso, hice una reinterpretación explicando el por qué de la leyenda, a través de la ficción».

Para la joven es una manera de mostrar similitudes con otras culturas del mundo. «Puede compartir algunas características con otras culturas; por ejemplo tienen similitud con La niña del Pozo ya que siempre son jóvenes y hay un sitio oscuro y húmedo. Por lo tanto un japonés y un andaluz pueden tener elementos comunes». Para Pedro Camacho, iluminador y fotógrafo, el principal obstáculo que se han encontrado en este proceso ha sido las limitaciones económicas; contaban con bajo presupuesto pero aún así han salido adelante con la ayuda y aportación del equipo técnico. Y reconoce que el problema es «más que técnico, mental, ya que la gente se agobia, llega al límite y es complicado. Pero al final lo hemos solucionado muy bien». Obstáculos económicos, pero no de localizaciones, ya que Silvia asegura que en los tres pueblos escogidos no tuvieron ningún problema y se les ayudó en todo lo necesario para la grabación.

Para el equipo, y en especial para la directora, la realización de este cortometraje ha sido un gran reto y reconoce que la experiencia es muy enriquecedora. «Me lo planteé como hobby y para divertirnos. La experiencia de cada uno es lo que más te aporta». El corto se muestra ahora en fase de montaje, ya que el próximo 15 de julio tienen que presentar un avance del mismo y hasta septiembre no se podrá ver su visionado completo.

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