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Hasta el último segundo han disfrutado los jienenses de la Feria. J. Mudarra
Hasta el año que viene, San Lucas

Hasta el año que viene, San Lucas

El recinto ferial ha vivido el último día de la semana grande con más frío y muchas familias

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Domingo, 20 de octubre 2019, 20:28

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Pese a la bajada de temperaturas, el adiós a la Feria de San Lucas 2019 no ha sido frío. Los jienenses han aprovechado el último día de su semana grande. Lo han hecho de forma mayoriataria en familia y es que el recinto ferial se ha convertido ayer en el perfecto parque de atracciones para decenas de niños.

Se ha notado considerablemente en la cantidad de gente que paseaba entre los 'cacharricos' en comparación con las casetas destinadas a gente más joven y con ganas de bailar, que hoy han tenido una afluencia prácticamente residual. Aún así ha habido quien se ha atrevido incluso a subirse a la tarima de 'Los Bomberos' y seguir las instrucciones de un animador que se ha ganado el sueldo hasta el último segundo.

Tampoco ha faltado en la última jornada de feria el colorido. El rosa del algodón de azúcar tuvo un protagonismo especial y ni que decir tiene que el paseo central ha vuelto a convertirse en una pasarela por la que decenas de mujeres han desfilado portando vestidos de gitana de todos los tipos habidos y por haber. Los globos han aportado también su granito de arena a hacer que el último día de Feria no perdiese el color de esta.

Y como decíamos el frío no ha sido un impedimento para disfrutar unos últimos instantes de diversión. Se ha notado la bajada de temperaturas en la abundancia de chaquetas, e incluso abrigos, y el aire ha resultado más molesto que en día anteriores pero por suerte brilló el sol y no ha hecho excesivo frío.

Apurando

Desde luego si de algo no se puede quejar San Lucas sobre esta última feria en su honor es de meteorología. Un solo día ha llovido sobre la Feria y lo ha hecho solo durante unas horas y de noche. Hoy no ha sido una excepción a la tónica general y se han dado todos los condicionantes para que cientos de personas quisieran apuraran hasta que las casetas tuvieron que echar el cierre por llegar a su hora límite.

Entre los que más han apurado pudo verse alguna que otra comida de trabajo tardía cuyos participantes destacaron que todos los años la realizan el último día de la Feria de San Lucas porque así hay menos gente en las casetas y pueden encontrar sitio con facilidad y también porque como cortan la música se tienen que «ir a casa y no provocamos problemas maritales», ha explicado uno de ellos con no poca guasa.

En el camino de vuelta se ha podido ver una escena que resume muy bien el por qué para muchos la Feria de SanLucas es la que pone fin oficialmente al verano. El baile de temperaturas tan propio de esta época ha quedado perfectamente resumido cuando dos niñas han pasado, cada una lamiento un helado, por delante de un puesto de castañas asadas que desprendía un calor al que más de uno se acabó arrimando para hacerse con este fruto tan típico del otoño.

También han tenido (ayudados por el resfresco del clima) un buen día los puestos churrería. Hoy apetecía café calentito y churros con chocolate y se han hichado a servirlos. Se han mantenido al pie del cañón los vendedores ambulantes en sus puestos hasta que prácticamente el último visitante de la Feria ha abandonado La Vestida.

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