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Vagones del tranvía en las cocheras, en una foto de archivo. MANUEL BÉJAR
El tranvía, sin solución a la vista

El tranvía, sin solución a la vista

En el encuentro mantenido ayer ambos se instaron mutuamente a «cumplir el acuerdo», pero no quedó claro quién asumirá el coste de los vagones. La Junta y el Ayuntamiento fijan una nueva reunión «para despejar las dudas planteadas por el Consistorio»

LAURA VELASCO

JAÉN.

Jueves, 1 de enero 1970

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¿Para qué sirvió la reunión de ayer entre el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, y el alcalde de Jaén, Javier Márquez, con el fin de «intentar desbloquear» la puesta en marcha del tranvía? En pocas palabras, para poco, por no decir nada. Un encuentro de carácter privado, sin cobertura por parte de los medios de comunicación, tras lo que ambas instituciones informaron de las conclusiones, sorprendentemente iguales en ciertos puntos. Y es que tanto la Junta como el Ayuntamiento se instaron mutuamente a «cumplir el acuerdo», literalmente, aunque lo cierto es que difieren bastante en su contenido. Finalmente, acordaron la convocatoria de una próxima reunión de carácter técnico con el equipo económico del Ayuntamiento para despejar «todas las dudas planteadas por el Consistorio», según informó la Junta.

Por un lado, el consejero de Fomento y Vivienda le reprochó al alcalde en «la necesidad de hacer cumplir el acuerdo alcanzado entre Junta y Ayuntamiento y firmar el convenio para la financiación de los costes de explotación de este modo de transporte, que establece un 75% para la Administración autonómica y solo un 25% para el Consistorio, unas condiciones muy ventajosas para el Ayuntamiento, fruto del esfuerzo creciente del Gobierno andaluz».

En la otra cara de la moneda, el Consistorio. El teniente de alcalde y concejal de Hacienda y Contratación, Manuel Bonilla, manifestó tras la reunión que el Ayuntamiento «insiste a la Junta de Andalucía en cumplir el acuerdo del tranvía, que establecía que los costes de los vagones del sistema tranviario ya venían recogidos en los gastos de explotación», y añadió que «esos gastos de explotación, con el coste de los vagones incluido, se acordó entre ambas partes que se serían sufragados entre el Ayuntamiento en un 25% y la Junta de Andalucía en un 75%».

Criterios distintos

Para entender la diferencia de criterios -a priori parece que ambos coinciden en que la Junta paga el 75% y el Ayuntamiento un 25%- hay que remontarse a estas últimas semanas. El Ayuntamiento insiste en no pagarlos -ya ha pagado casi la mitad, 1,2 millones al año- y que los pague la futura adjudicataria, aduciendo que de lo contrario esta sería «claramente beneficiada», pues el coste de los vagones «es un gasto común», acusando a la Junta de cambio «repentino» de opinión, pues el acuerdo de mayo decía que la Junta pagase el 75% del déficit y el Ayuntamiento, el 25% restante.

El acuerdo menciona estos porcentajes, pero no los vagones, sino referidos a la diferencia entre la tarifa técnica (el precio a que debería cobrarse el billete para cubrir toda la inversión y gastos hechos) y la tarifa real (el precio al que se cobrará finalmente el billete). Diferencia que es lo que se conoce como coste de explotación. El Ayuntamiento insiste en que para calcular la tarifa técnica hay que incluir el coste de los vagones y que, por tanto, estaban, de alguna manera, implícitos en el acuerdo de mayo.

Por su parte, la Junta insiste en que el argumento del Ayuntamiento, llevado al extremo, implicaría que la empresa tendría que pagar también los 100 millones que costó la construcción de la infraestructura, haciendo inviable que alguna vez circule el tranvía. El consejero de Fomento aseguró que durante la negociación nunca se habló del pago de los trenes, asumidos por el Ayuntamiento, y que se trata de una «maniobra dilatoria».

El alcalde, por su parte, dijo que era la Junta la que «está cambiando el acuerdo». Considera «inviable» el acuerdo en esos términos y aludió a los contratiempos que pueden surgir si el Ayuntamiento paga los vagones: que Autobuses Castillo o los taxistas puedan denunciar el acuerdo por «competencia desleal», que el Ministerio de Economía y Hacienda eche para atrás el acuerdo al aumentar el gasto municipal o que la Intervención del Ayuntamiento tampoco lo apruebe.

Dispuestos a sentarse

Así, tras la reunión de ayer, Manuel Bonilla reiteró que por parte del Ayuntamiento están dispuestos a sentarse las veces que haga falta «con el objetivo de que se cumpla el acuerdo y que cuanto antes se ponga en marcha el tranvía». «Estaremos en todas las reuniones, privadas o públicas, que se lleven a cabo para conseguirlo», agregó.

El concejal de Hacienda y Contratación señaló que «el alcalde ha trasladado al consejero que es necesario hacer cumplir el acuerdo alcanzado entre Junta y Ayuntamiento y firmar el convenio para la financiación de los costes de explotación de este modo de transporte, en el que estaban incluidos los vagones del tranvía». «El no querer incluir los costes de los vagones es una adulteración del acuerdo alcanzado en mayo y no entendemos por qué la Junta de Andalucía quiere liberar a la empresa que resulte adjudicataria para la gestión del tranvía del pago de los vagones», insistió. «Esperamos que en esa próxima reunión de carácter técnico con el equipo económico del Ayuntamiento se le despejen todas las dudas a la Junta de Andalucía sobre este tema», añadió.

Por otro lado, Felipe López dijo esperar que la próxima sea la última reunión que despeje ya definitivamente el camino para la firma del convenio y la puesta en marcha del tranvía y que el Ayuntamiento no ponga «más obstáculos y pretextos sin fundamento que nada tienen que ver con los pactado».

El consejero afirmó que no tiene cabida el debate del pago de los trenes que plantea el Ayuntamiento «porque forma parte de la infraestructura e inversión ya acordada y no de la explotación para su puesta en funcionamiento».

En este sentido, el consejero defendió que la Junta ha cumplido sobradamente y de manera muy generosa desde el principio todos los compromisos que ha adquirido para poner en marcha el tranvía y ha ido incluso más allá para facilitar su puesta en servicio.

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