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Jueves, 18 de abril 2019, 00:18
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Con un viento que amenaza lluvia y un cielo encapotado, pero las mismas ganas que cada Miércoles Santo o incluso más. Así inició su estación de penitencia ayer la cofradía del Amor, el Perdón y la Esperanza. Sabían del riesgo de lluvia, pero las últimas previsiones con las que contaba la hermandad marcaban la una de la madrugada cuando hiciera su aparición la lluvia. Con esto, tras una reunión de última hora, acordaban adelantar su hora de salida desde las 17.30 a las 17 horas de la tarde. Media hora de adelanto y un recorrido más corto para evitar que el agua sorprendiera a las imágenes en la calle.
Concretamente y de inicio se decidió suspender el paso por la calle Maestra, optando por continuar, tras la carrera oficial, por las calles Álamos y Doctor Eduardo Arroyo. Además, al llegar a calle Castilla, se giraría hacia el Paseo de la Estación (margen izquierdo descendente), Ejército Español, Cristo Rey y calle San Carlos para entrar a su templo.
Pasados veinte minutos de las cinco de la tarde salía por la puerta lateral de la iglesia de Cristo Rey el Cristo del Amor. Había gente que llevaba más de dos horas esperando en la estrecha calle o cuesta de San Carlos para poder ver ese momento. La salida de las tres imágenes es uno de los espectáculos más bellos de la Semana Santa jienense.
Salir por la puerta del templo no entraña dificultad. El problema viene en que, como ya se ha dicho, la calle es muy estrecha y el trono se queda de frente a un solo palmo de la pared cuando sale. Ahí es cuando comienza la 'mecida' de los costaleros, acompañados por los sones de cada una de sus bandas y ahí es cuando comienza el disfrute de los devotos, que primero piden silencio para que el capataz pueda guiar sin interferencias, y que después aplauden con ganas cuando el giro ya está hecho.
Una vez que hizo el giro, siguiendo el particular paso que lleva siempre el Cristo del Amor, los costaleros dieron un paso hacía atrás, como para tomar impulso y subieron la cuesta de la calle con brío para, apenas un minuto después, afrontar un segundo giro para ascender la calle Cristo Rey.
La gente se agolpaba a pie de calle y en los balcones de las muchas viviendas que rodean la parroquia para poder disfrutar del momento.
Casi media hora más tarde, el Cristo del Perdón salía por la puerta del templo, pero antes de iniciar el mismo 'baile' paraba bajo el balcón del primer piso que le quedaba justo enfrente de la salida, desde donde le cantaron la primera saeta de las muchas que recibió durante toda la estación de penitencia.
De las tres salidas de las imágenes titulares, quizás la más espectacular sea siempre la de la Virgen de la Esperanza. Primero porque para evitar que el palio de con la parte superior de la puerta de salida de la iglesia, los costaleros tienen que sacarlo agachados. Segundo porque nada más salir le cantaron una espectacular saeta, y tercero porque durante todo el tiempo que la Virgen tardó en subir la cuesta de la calle San Carlos, con un paso suave y tranquilo, le lanzaron pétalos de flores.
Ante la Comandancia
Tras la calle cristo Rey el desfile procesional llegó a la calle Ejército Español, donde giró a la derecha, y donde esperaba, como es tradición, gran público delante del Cuartel de la Comandancia de la Guardia Civil, con la llama encendida en su fachada y la divisa «honor, sacrificio y lealtad».
Al cierre de esta edición, la cofradía continuaba con normalidad con su estación de penitencia, con solo algunas gotas de lluvia durante el recorrido.
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