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... Y ELLA SOLA SE MURIÓ

... Y ELLA SOLA SE MURIÓ

Lo que ha ocurrido en esta semana de Navidad en Jaén no es normal

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Martes, 2 de enero 2018, 02:02

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Si hubiera cabañuelas para la actualidad informativa, la semana que acaba puede ser premonitoria de lo que nos podría deparar 2018: sequía que afecta al olivar, lluvia intermitente con vendaval, sucesos de eco nacional, el Olivo Arena, el alcalde subiéndose al tranvía o la polémica sanitaria personalizada en Aurelia

Lo que ha ocurrido en esta semana de Navidad en Jaén no es normal. De todo, oiga. Desde lamentables hechos del alcance nacional hasta que el alcalde de la capital se suba al tranvía. Más habitual es, por desgracia, que el viento haga de las suyas. Ahora a las borrascas le ponen nombre de pila. Antes era el 'airazo de Jaén'. Como el que por ejemplo abrió en 1959 la puerta del Perdón de la Catedral, dobló los barrotes e hizo sonar los tubos del órgano. Ahora, 'Bruno' se dejó sentir por toda la provincia derribando árboles, tejas, vallas o señales. Por suerte no hubo que lamentar heridos.

Sí lo hubo en Peñamefécit, donde un adolescente de 13 años se quedó sin mano en Nochebuena por un petardo, que en principio es sinónimo de alegría y fiesta. Pero los petardos no son juguetes. Las autoridades están hartas de decirlo. Ni se pueden vender a menores ni según el tamaño lo puede usar cualquiera. Es cierto que pudo ser peor pero también que en los últimos años ha habido una relajación social, en Jaén y no sé si en más sitios, sobre esta práctica. En la plaza del accidente no era la primera vez que se oían tracas de enormes petardos y en el suelo estaban las carcasas para atestiguarlo. Como las oímos todos en la ciudad por estas fechas, a pesar de la angustia que crean en las mascotas, especialmente en los perros.

Las lluvias caídas apenas ralentizaron la cosecha de aceituna, de la que aún quedan tres cuartas partes por coger. No porque semanas atrás lloviera mucho sino más bien por lo contrario. La sequía hizo que el fruto apenas madurara y que los olivareros aguardaran a las lluvias anunciadas para este mes para ver si la aceituna de secano engordaba algo. Magro consuelo.

Los embalses de la provincia están al 25,6% de su capacidad y hay que recordad que no toda ella se puede usar porque cuando baja mucho el nivel es fango. Para que se hagan una idea, estamos casi un 7% por debajo de la media de la cuenca del Guadalquivir y un 13% de la media nacional. La CHG presumió al final del verano de que había concedido todos los riegos solicitados por los regantes y dio por supuesto que para el consumo humano ya estaba el otoño. O no, que diría el gallego.

Así que ya puede llover este invierno y la próxima primavera para que la próxima cosecha no sea mala sin paliativos y haya agua en los grifos. ¿El precio del aceite? Bien, gracias. A 3,6 euros el litro, de media. Y en 2018 volverá un clásico, la PAC, de la que nos vamos a hartar de escuchar.

La semana nos dejó también el aparatoso incendio del mercado de San Francisco, que hubo que desalojar, aunque sin mayores consecuencias. Los minoristas viven en un sinvivir entre la peatonalización, el intrincado 'parking' y la competencia del Jaén Plaza que se anuncia para 2018.

También supimos que Jaén es la segunda de España que, en relación a su población, más maltratadores tiene con sistema telemático de control, 103. Un asunto del que por desgracia habrá que seguir hablando y haciendo frente.

Entre las buenas noticias de la semana, la presentación del proyecto del pabellón polideportivos Jaén Arena, que contará con 6.300 localidades y podría licitarse en mazo, y en el que la Junta y la Diputación invertirán 12 millones de euros. O que el alcalde jienense, Javier Márquez, se subiera al tranvía, aunque estuviera parado, en las cocheras de Vaciacostales, adonde acudió a conocer cómo va el chequeo a las instalaciones y donde pidió agilidad al resto de administraciones para que pueda circular este año. Una visita de valor simbólico, vistos los precedentes.

Y también es positivo que el presidente del PP andaluz se reuniera con las dos plataformas ciudadanas que reclaman más inversiones para Jaén y Linares. Que se comprometiera a reivindicar a la Junta está bien, pero lo que tiene mérito es reclamar a los suyos, al Gobierno central, y ahí no se le vio y tampoco ambas plataformas parecieron echarlo de menos.

Y luego está el SAS. El TSJA confirmó la sentencia por un error médico que causó la muerte a una madre de trillizos. Y está la muerte de Aurelia, la mujer trasladada de Quesada al hospital de Úbeda y que falleció sin que durante las 12 horas que estuvo en urgencias nadie se percatara de su existencia final. El debate político está ya donde siempre: recortes sí, recortes no. ¿Pero eso es todo? ¿Seguro que nadie más falló o ella sola se murió?

Al menos 2017 se acaba con un brindis junto a la cantera cerrada de la Fuente de la Peña. Un buen presagio para el año nuevo. Va por ustedes.

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