Rastreadores desde la mínima sospecha hasta el caso más evidente
Desde el médico de cabecera, a la enfermera o el epidemiólogo. Cada centro de salud y distrito trata de mantener a raya a la Covid, aunque algunos se quejan de la falta de recursos
Encarnación Gil es enfermera del área Jaén Nordeste, que tiene su sede en Úbeda. Ella es lo que ha venido a llamarse enfermera de Atención ... Primaria de la Unidad de Epidemiología o lo que ya empieza a ser más conocido, enfermera rastreadora.
Cada día, Encarnación coge el teléfono y empalma una llamada con otra. Es una firme defensora de la labor de cualquier enfermera, pero además es consciente de la importancia que tiene este nuevo perfil creado en la sanidad pública, al que ella se ha incorporado. «Somos una figura clave para prevenir o detener la propagación temprana de la covid-19», explica.
La parte más importante de su trabajo diario está enfocada a evitar que, una vez que estamos en plena desescalada, y, en breve, si todo marcha bien, en la nueva normalidad, se produzca un nuevo brote del virus. Los rastreadores que el Servicio Andaluz de Salud ha puesto en marcha en la provincia (se desconoce la cifra total) trabajan en coordinación con todos los centros de salud de Atención Primaria.
Cuando un paciente ha dado positivo en una prueba PCR, Encarnación tiene que empezar a rastrear todos los «contactos estrechos» que ha tenido en los últimos días.
«Ante un caso confirmado hay que identificar a las personas convivientes y a los contactos estrechos, y se considera contacto estrecho, incluyendo los contactos laborales, cuando la persona ha permanecido más de 15 minutos a menos de 2 metros de distancia y sin medidas de protección», explica Encarnación Gil.
Una vez identificados todos, se les pide que guarden una cuarentena de 14 días y cada uno de esos días se les hace un seguimiento a todos ellos. La enfermera rastreadora los llama, les pregunta si han tenido algún síntoma, les pide la temperatura cada día, les pregunta si han tenido tos...
Su trabajo también es clave a la hora de proporcionar información. Ella explica a todos los contactos cómo hacer la cuarentena, las medidas de higiene que deben de tomar y el protocolo de medidas y consejos que deben de seguir en caso de que tengan síntomas.
Si la cosa va a mayores, también debe de identificar focos de riesgo o alertar de problemas emergentes.
Desde el Sindicato Médico, su vicepresidente, Francisco Praena, asegura que este tipo de seguimientos se han hecho siempre en la sanidad pública, con otro tipo de virus, pero nunca a este nivel, ya que la actual pandemia así lo exige.
Epidemiólogos
Praena explica que en cada distrito sanitario de Atención Primaria hay adscrito un epidemiólogo, así como dos técnicos de salud, que prestan su apoyo, «y el compromiso del SAS era la contratación de una enfermera por cada distrito». Todos ellos forman el equipo de rastreadores, a un nivel superior, es decir, cuando la prueba PCR de un sospechoso resulta positiva.
De todos ellos, el epidemiólogo es el que tiene la última palabra, ya que es el que recoge todos los datos que le proporcionan el resto del equipo, los analiza y toma las decisiones correspondientes, en caso de que haya que poner freno a un brote.
Praena asegura que el personal rastreador con el que se cuenta en Atención Primaria es «claramente insuficiente». Coincide con él Teresa Vasco, delegada del Sindicato Médico de Jaén (SMJ) y médico de familia en el área Nordeste.
«El grueso del trabajo de rastreo se está haciendo en Atención Primaria y lo están haciendo tanto los médicos de familia, como los enfermeros coordinadores», asegura. Además, alerta de que hay un trabajo previo a una prueba PCR positiva, que necesita de una gran dedicación y que no está siendo tenido en cuenta. «Cuando el médico de Atención Primaria detecta un caso sospechoso, tiene que aislar a su paciente, y pedirle la PCR, y también tiene que pedirle la lista de los contactos más estrechos de los últimos dos días. Tiene que ponerse en contacto con todos ellos y ponerlos en aislamiento preventivo hasta que se conozca el resultado de la prueba PCR».
Si el resultado es positivo, se eleva al equipo superior de rastreo, si es negativo, debe de volver a ponerse en contacto con todas las personas con las que el paciente había tenido relación estrecha e informarles de que la prueba ha salido negativa y que ya no tienen por qué estar en aislamiento. «Todo esto lo lleva el médico del paciente sospechoso, a no ser que algún contacto sea positivo, que entonces lo lleva su médico, y lo que ocurre es que en la mayoría de los casos las pruebas salen negativas».
«Al final el trabajo siempre cae en los mismos, en los profesionales de la Atención Primaria, que estos días, además, está volviendo a ser la de antes, porque ya hay consultas presenciales, seguimiento de pluripatológicos y de programas habituales...», asegura Vasco, que explica que todo el trabajo que hay detrás de una prueba PCR no queda reflejado en epidemiología, «pero hay que hacerlo».
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