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Ascensión Cubillo
Jaén
Domingo, 6 de abril 2025, 23:50
Los minerales críticos están de moda. Se cuelan en los titulares de prensa y en los telediarios a menudo, algo que no resulta extraño porque ... la guerra de Ucrania y la ofensiva arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump son dos puntos de inflexión en el contexto geopolítico actual que han llevado a Europa a buscar alternativas para no depender de terceros países, como China, en cuanto a materias primas se refiere.
La nueva estrategia industrial para Europa pasa precisamente por reforzar su autonomía. De ahí que la Comisión Europea anunciara hace unos días que apoyará 47 proyectos estratégicos de materias primas críticas como cobalto, litio o magnesio para el abastecimiento de estos minerales en el continente europeo -siete de esos proyectos están en España y dos, en Andalucía (Huelva y Sevilla)-.
¿Y qué son las materias primas críticas? Aquellas que se consideran vitales para la economía y presentan un alto riesgo en el suministro. La Comisión Europea ha identificado 34 en su última revisión y en esta lista se encuentran el aluminio, tierras raras ligeras, grafito, bismuto, wolframio, cobalto o cobre, entre otros.
En el subsuelo andaluz hay 22 de esos 34 minerales críticos, según el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta, Jorge Paradela, quien recuerda que Andalucía es la primera comunidad autónoma que ha desarrollado su propia cartografía completa de su geología.
¿Qué ocurre en Jaén? Si bien en la provincia no hay ningún recurso minero de esta índole en explotación en la actualidad, desde hace unos años se están dando pasos en esa línea y son varias las empresas que operan sobre el terreno, pero en una fase previa de investigación. El trabajo que están realizando se podría resumir en tres ideas: comprobar si hay suficiente mineral del que les interesa, cuánto cuesta sacarlo y si esto justifica económicamente la posibilidad de extraerlo.
Si como consecuencia de los estudios realizados en la fase de investigación resultara que la extracción del mineral es técnica y económicamente viable, se pasaría a una siguiente fase: la solicitud de concesión de explotación del recurso minero.
El subsuelo de la provincia jienense despierta interés por los famosos minerales críticos y por los que no están catalogados como tal. En este sentido, hay varios permisos de investigación para dichos minerales críticos en trámite de otorgamiento (Orión, Robledillo y Marmolejo) y una solicitud de concesión de explotación (Son de Mar). A esto se suma el proyecto Nuevo Linares, que en la actualidad se encuentra en la primera prórroga del permiso de investigación, según la información facilitada por la Delegación Territorial de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Jaén.
Este 'movimiento' bajo tierra evidencia el potencial que aún atesora la provincia más de tres décadas después del cierre de la última mina en el distrito de Linares. Así lo traslada el delegado del ramo, Javier Calvente, quien valora la visión de futuro con la que se concibieron estos proyectos, anticipándose a un escenario de falta de materia prima en la Unión Europea. Algo que, a su juicio, es consecuencia de la «transformación» digital, tecnológica y del modelo productivo. «Los componentes minerales están muy presentes en nuestro día a día: desde un móvil hasta una batería, un coche eléctrico o una planta fotovoltaica», apunta.
Calvente destaca, por otro lado, la apuesta que se está haciendo desde la Junta para apoyar iniciativas de este tipo que diversifiquen la economía andaluza fortaleciendo su tejido industrial, agilizando en la medida de lo posible la burocracia. «Nosotros somos ágiles, pero un procedimiento administrativo desde que se inicia hasta que se empieza a explotar se va a 10, 12 o 15 años de tramitación. Estamos hablando de que la vida útil de una mina son 30, 40 o 50 años», señala el delegado.
El proyecto Nuevo Linares abre un resquicio de esperanza 34 años después del cierre de la mina de El Cobre, la última activa del distrito de Linares. Abarca en la actualidad 170 cuadrículas mineras -una cuadrícula equivale a unas 30 hectáreas- en los términos municipales de Guarromán, Bailén y Linares y lo está desarrollando la empresa Kerogen Energy. Esta se divide en dos subgrupos de socios: profesionales mineros y la empresa Insersa, operadores mineros que trabajan sobre todo en Huelva.
El campo de estudio comprende solo la parte occidental del distrito y su elección se debe a que aquí estuvieron las últimas minas activas, entre ellas la de El Cobre. El geólogo Fernando Palero, director de exploración, explicaba el año pasado a este periódico que al ser un territorio tan amplio lo habían dividido en dos zonas en función de la calidad de la información que tenían. Una vinculada a las últimas minas, que representaba el 20% del total, mientras que el 80% restante aún se encontraba entonces en fases iniciales de investigación.
En este momento, según la delegación territorial, se encuentran en la primera prórroga del permiso de investigación, a la espera de la autorización para la construcción de una rampa de investigación de 2,3 kilómetros de longitud y unos 300 metros de profundidad. Con esta rampa se podrá acceder a las antiguas labores mineras de la mina de El Cobre, para de esta forma poder ampliar el conocimiento del recurso minero objeto de investigación, ya que desde el interior (con sondeos cortos y reconocimiento de filones) es posible concretar de forma más precisa reservas y leyes minerales. Aquí lo que se busca es la galena (principal mena del plomo), sin descartar otros elementos que suelen acompañar al plomo tales como cobre, plata o barita. El plomo se utiliza mayoritariamente para baterías por su doble ventaja: es barato y muy fácil de reciclar, también a un precio relativamente bajo.
El 18 de octubre de 2021 se solicitó por parte de Green Mineral Resources, S.L el permiso de investigación Orión sobre 288 cuadrículas mineras en los términos de Aldeaquemada, Castellar, Montizón y Santisteban del Puerto, donde está involucrada la compañía australiana Osmond Resources. Se trata de un sistema geológico siliciclástico con varias capas ricas en minerales críticos, como rutilo (titanio), circón, hafnio y tierras raras ligeras y pesadas, según recoge la empresa en su página web. El área del proyecto fue explorada en busca de torio y uranio en las décadas de 1950 y 1960 e incluye una mina histórica de galena (La Caprichosa).
El tercer permiso, Robledillo, se solicitó en octubre de 2023 con carácter intraprovincial, ya que comprendía terrenos de Jaén y Córdoba, en concreto, en los términos municipales de Andújar y Cardeña. De las 250 cuadrículas mineras iniciales lo han reducido a 147, y lo tramita Córdoba al ser la provincia que más superficie engloba. Aquí, al igual que en el proyecto Orión, investigan minerales de la sección C, que abarca la minería no energética: wolframio (muy importante en el ámbito de la defensa), cobre y plomo.
El cuarto permiso también empezó a tramitarse como intraprovincial por tratarse de Marmolejo y Montoro (Córdoba). En este caso ocurre al contrario que el anterior: en un principio abarcaba 140 cuadrículas mineras y se ha reducido a 115, quedando todas ellas dentro de la provincia jienense. De ahí que el proyecto se denomine Marmolejo. El foco aquí se pone en el wolframio.
Al margen de los permisos de investigación figura una solicitud de concesión que va ligada a otro mineral crítico, la barita, en La Carolina y Carboneros. Se trata de seis cuadrículas mineras y el nombre del proyecto es Son de Mar.
No en vano el norte de Jaén es otra de la zonas con mayor potencialidad minera en barita, en concreto en La Carolina (socavón Santa Juana, estación del cable de El Centenillo y Los Coloraíllos), Santa Elena (Santa María-La Culebra) y Valdepeñas de Jaén (cortijo Solana de los Morales).
De la barita se obtienen distintos compuestos de bario (óxido de bario, carbonato de bario, cromato de bario, entre otros), que son imprescindibles para muy diversas industrias, desde la petrolera hasta la metalúrgica, pasando por la cerámica e incluso la farmacéutica.
En Andalucía hay 1.993 «indicios» que señalan la posible presencia de minerales críticos y tierras raras en 19 minerales críticos y tierras raras, según el mapa de minerales críticos existentes en el territorio andaluz elaborado por la Consejería de Industria, Energía y Minas.
En la provincia de Jaén hay 120 indicios. En el caso del antimonio, el mayor interés se encuentra en la zona centroibérica, al noreste de La Carolina. El antimonio se utiliza cada vez más en la industria de los semiconductores, baterías y acumuladores, así como en la aeronáutica y de plásticos, como material ignífugo.
En cuanto a la fluorita, hay un indicio de interés en las Pedrizas de Mures, al sureste de Alcalá la Real. Los usos más comunes en la industria son como fundente para el hierro y el acero, así como fuente de flúor y ácido fluorhídrico en la cerámica y en los vidrios ópticos.
Huelma dispondría de grafito en Las Piletas y en la mina de la Cañada del Cura. Tradicionalmente, el principal uso del grafito amorfo ha sido su mezcla con arcilla para fabricar las minas de los lápices, aunque ahora también se emplea en la industria nuclear.
En cuanto al wolframio, Andújar, Vilches y Marmolejo concentrarían el mayor interés en la provincia.
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