Micaela Navarro/ Miembro de la Comisión Ejecutiva Regional

«Me preocupa que mi nieta tenga que luchar por las mismas cosas que luché yo»

-Reconozco mi sorpresa cuando leí su nombre en la Ejecutiva Regional y además elegida para el Comité Federal. ¿También fue sorpresa para usted?

-Estoy sorprendida porque es lo que menos esperaba en este momento. Sí contaba con lo del Comité Federal. Sabía que Paco Reyes como secretario provincial iba a proponer mi nombre, pero desde luego estar en la Regional fue una absoluta sorpresa de la que me enteré a las 3 de la mañana, cuando me encuentro con un mensaje de Carlos Moreno, jefe de gabinete de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, que dice textualmente: «Enhorabuena, está usted en la Comisión Ejecutiva Regional (CER), la jefa quiere que estés». Jamás voy a decir que no a una propuesta que me haga María Jesús Montero. La conozco hace muchos años, hemos trabajado juntas. Valoro el gesto que ha tenido de dar un paso adelante y venirse a Andalucía porque el partido se lo ha pedido. Los demás también tenemos que dar ese paso adelante.

–¿Qué cree que espera de usted María Jesús Montero?

–Nos conocemos bien. Hemos sido consejeras las dos al mismo tiempo. La responsabilidad que tengo en la CER tiene que ver con el envejecimiento activo. En el año 2010, desde la Consejería de Igualdad y Bienestar Social del Gobierno de Andalucía, elaboramos el primer Libro Blanco de Envejecimiento Activo que se hacía en España. Quién me iba a decir a mí que 15 años después iba a ser la responsable orgánica en la CER en un ámbito que es crucial. La esperanza de vida ha aumentado de forma considerable y hoy una persona cuando cumple 65 años tiene una media de 25-30 años por delante de vida. Hay que orientar las políticas que se hacen dirigidas a la población de esta edad, que hasta ahora eran prácticamente los cuidados. Hacen falta políticas que hagan posible que puedan disfrutar de la vida y un gran pacto intergeneracional. Hay que hacer programas para darle vida a los años, no solo años a la vida.

–Además de miembro de la CER es secretaria general del partido en Andújar. ¿Tras dejar la primera línea, aspira ahora a otro cargo de mayor relevancia?

–En la primera línea estás porque te ponen y te vas porque te quitan, esa es la realidad. Y además tiene que ser así en una organización, sea del tipo que sea. Tengo que decir que no estaba igual de contenta el día que me llamaron para pasar a la primera línea, que el día que me dijeron esta vez no toca. Pero entiendo que eso ha de ser así y no tiene que ir en detrimento del compromiso que tengo con mi partido. A lo largo de estos años he tenido la oportunidad de trabajar y sacar adelante muchas iniciativas, y otras muchas en las que he contribuido para que viesen la luz. No hay mayor satisfacción para cualquier persona comprometida que ver que ese espacio que a ti te dieron ha servido para hacer que la sociedad sea más justa,

–Cuando le preguntaba por sus aspiraciones me refería a la Alcaldía de Andújar.

-No, no; eso en este momento no toca. Hay un equipo de concejales que está trabajando muy bien, con mucha dificultad, porque enfrente tiene la mayoría absoluta del PP. Por cierto, la gestión que está haciendo propia es igual a cero. Los proyectos que gestionan son los que estaban programados con anterioridad. Los únicos presupuestos que han aumentado son los que tienen que ver con los festejos y ferias. Es contradictorio subir de manera brutal el recibo del agua y de la basura, y al mismo tiempo, para seguir invirtiendo dinero en hacer más fiestas.

–¿Cómo se frena la ola reaccionaria que afecta a muchos aspectos de nuestra vida?

–Pues no poniéndose de perfil y denunciando las contradicciones. Pongo un ejemplo reciente: nos encontramos con que el Ayuntamiento de Almería le da un premio a la directora de un IES del Opus que segrega a los niños y a las niñas en aulas distintas, una medida en contra de la coeducación y de la igualdad de oportunidades. Esta señora, que tiene todos mis respetos, seguramente se merece un premio como buena empresaria, pero que se lo den otro día no el 8M, que está para evidenciar trayectorias en defensa de los derechos en igualdad y no privilegios. O lo que pasa dentro del colectivo LGTB, que hay quien defiende a la derecha de una manera muy forofa y sin embargo vemos como, en el caso de la presidenta del Gobierno de Madrid, se recortan sus derechos. No entiendo que los ratones voten a los gatos, no lo entiendo.

–La Ley contra la Violencia de Género ha cumplido 20 años y seguimos sumando asesinatos día tras día, ¿qué está fallando?

-Yo no diría que la ley ha fallado. Como todo, el texto podría ser mejorable. Es una norma que ha salvado muchas vidas. A su amparo, el número de denuncias ha subido de manera considerable. No fue fácil su elaboración, había mucha resistencia externa e interna. Si me parece gravísimo el asesinato de una mujer que no ha presentado denuncia, más grave me parece todavía el de una que ha denunciado y no se le ha dado la cobertura necesaria. Fue una ley pionera en España, referente en Europa y en muchos países latinoamericanos. Creo que no se ha desarrollado en su totalidad, probablemente porque una ley integral es compleja y abarca competencias de las comunidades autónomas. Jamás voy a poner en cuestión el trabajo del responsable de un Gobierno autonómico, pero hay competencias, a medio y largo plazo, que tienen que ver con la educación, el empleo, la sanidad, con la justicia, no solo penal sino con la civil, que en todos los sitios no se han desarrollado al mismo ritmo. Probablemente, esta ley a lo largo de estos 20 años no siempre ha tenido una financiación sostenida en el tiempo. Por ejemplo, en ámbitos como el judicial y sanitario no puedes moverte solo por la sensibilidad de sus agentes. La formación y el conocimiento específico son necesarios.

–¿Si hubiese que buscar culpables a quiénes señalaría?

–No me gusta señalar culpables en un tema tan delicado, sí señalaría a los responsables de dar respuesta a las necesidades con medidas económicas. Animanos a las mujeres a que denuncien y cuando lo hacen tienen que tener una cobertura detrás, hay que protegerlas porque si no las estamos poniendo en riesgo a ellas y a sus hijos.

–¿A qué lleva los recortes en igualdad que ha denunciado el PSOE en Andalucía?

–A que los centros de información a la mujer, aunque siguen abiertos, cada vez estén más vacíos de contenido y esas decisiones tienen sus consecuencias. Carmen Olmedo, la primera directora del Instituto Andaluz de la Mujer, puso en marcha desde ese órgano las delegaciones provinciales. Tal vez no tenían todos los recursos necesarios pero estaban dotados de personal psicológico y jurídico, ahora cada vez hay menos. Entonces, había más de 2.000 organizaciones de mujeres que formaban una red que llegaba a todos los rincones, una organización de mujeres que en primera instancia puede acompañar y ayudar. Con los años, han ido desapareciendo porque sin ayuda económica no pueden funcionar. Esa es una manera también de ir cortocircuitando todo aquello que tiene que ver con el mensaje de igualdad. ¿Cuántas organizaciones de mujeres en los pueblos han sido el referente de otras mujeres que no podían levantar la voz y que han hablado por ellas? ¿Cuántas de esas mujeres ahora mismo no tienen voz? Lo primero que han hecho desde el Gobierno de Andalucía es cortar la vía de la ayuda económica o ponerles unas condiciones que saben que es imposible que cumplan cualquier organización de mujeres. Ha costado mucho que haya relevo generacional y me preocupa mucho que mi nieta tenga que luchar por las mismas cosas que luché yo.

-¿Qué opina de las nuevas medidas del Pacto del Estado contra la Violencia de Género?

-Son un avance indudable que dan respuesta a situaciones nuevas. También son producto de los cambios en leyes que no éramos conscientes de su trascendencia. Cómo era posible que el asesino de su mujer pudiera cobrar la pensión de viudedad o disponer de su herencia; que pudiera tener la tutela de los niños o que para llevar al médico a los hijos, que cuidaban los abuelos, tuviesen que preguntarle al asesino de su madre. Es importante el amplio respaldo recibido, excepto el de Vox, que ni está ni se le espera.

–¿Cómo recibe los homenajes por su trayectoria política, entre ellos la Medalla a la Promoción de los Valores de la Igualdad que concede el Ministerio?

-Me dan un poco de pudor. Pero lo que diré siempre es la oportunidad que tuve de hacerlo. El premio es que haya tenido la posibilidad de representar a mi partido en un momento en el que podía aportar un granito de arena. Es un reconocimiento que yo agradezco. Recuerdo una frase que me dijo mi madre cuando entré en política: 'Hija, te vas a señalar'. Una advertencia consecuencia de que ella lo había pasado mal por sus creencias políticas. Ahora pienso en todo lo que ha pasado y digo: te has señalado, pero para bien.